Poemas Del Romanticismo
Enviado por tifafany • 1 de Febrero de 2012 • 1.824 Palabras (8 Páginas) • 2.869 Visitas
ANTOLOGIA DE POEMAS DEL ROMANTICISMO
Diferentes autores
Estefany Lara González
&
Perla Verónica Romero García
PROLOGO
Querido lector, esperamos que esta primera edición de nuestra antología sea de tu agrado, este libro contiene distintos poemas de distintos autores, pero no son cualquier tipo de poemas son del tema romántico que tienen características muy diferentes a los de otros tipos de poemas, este se expresa libremente, tiene una moral romántica sorprendente, que los autores dan mucho a conocer en sus estrofas, encontraras poemas de autores que te deleitaras con cada verso de sus poemas. Otras características que es muy reconocida de este tipo de poemas, es que rompen todas las reglas de un poema normal, en pocas palabras son únicas. En este libro habrá un poema llamado “Rima I” escrito por un gran autor, Gustavo Adolfo Bécquer. Aquí expresa con sorprendentes líneas lo que siente por su amada mujer a la que dedica estas hermosas palabras.
Pero no solo nos cuentas poemas de Adolfo, también de muchos famosos autores que han dedicado su vida al romanticismo, como Mario Benedetti. No solo escribía poemas del modernismo este tema lo hacía también muy bien.
En estos textos encontraras líneas dedicados al amor, estos autores han sido por años un ejemplo a seguir por la gran expresión de sus palabras y hoy plasman un poco de sus más grandes escritos en estas hojas.
¡AY DEL SUEÑO!
Ay del sueño
Si sobrevivo es ya borrándome
Ya desconfiado y permanente
Y tantas veces me hundo y sueño
Muslo a tu muslo
Boca a tu boca
Nunca sabré quién sos
Ahora que estoy insomne
Como un sagrado
Y permanezco
Quiero morir de siesta
Muslo a tu muslo
Boca a tu boca
Para saber quién sos
Ay del sueño
Con esta poca alma a destajo
Soñar a nado tiernamente
Así me llamen permanezco
Muslo a tu muslo
Boca a tu boca, quiero quedarme en vos.
Mario Benedetti
AMOR
Mujer, yo hubiera sido tu hijo, por beberte
la leche de los senos como de un manantial,
por mirarte y sentirte a mi lado y tenerte
en la risa de oro y la voz de cristal.
Por sentirte en mis venas como Dios en los ríos
y adorarte en los tristes huesos de polvo y cal,
porque tu ser pasara sin pena al lado mío
y saliera en la estrofa -limpio de todo mal-.
Cómo sabría amarte, mujer, cómo sabría
amarte, amarte como nadie supo jamás!
Morir y todavía
amarte más.
Y todavía
amarte más
y más.
Pablo Neruda
AMOR DE TARDE
Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cuatro
y acabo la planilla y pienso diez minutos
y estiro las piernas como todas las tardes
y hago así con los hombros para aflojar la espalda
y me doblo los dedos y les saco mentiras.
Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cinco
y soy una manija que calcula intereses
o dos manos que saltan sobre cuarenta teclas
o un oído que escucha como ladra el teléfono
o un tipo que hace números y les saca verdades.
Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las seis.
Podrías acercarte de sorpresa
y decirme "¿Qué tal?" y quedaríamos
yo con la mancha roja de tus labios
tú con el tizne azul de mi carbónico.
Mario Benedetti
AMOR ETERNO
Podrá nublarse el sol eternamente;
Podrá secarse en un instante el mar;
Podrá romperse el eje de la tierra
Como un débil cristal.
¡todo sucederá! Podrá la muerte
Cubrirme con su fúnebre crespón;
Pero jamás en mí podrá apagarse
La llama de tu amor.
Gustavo Adolfo Bécquer
ARTE POETICA
Entre sombra y espacio, entre guarniciones y doncellas,
dotado de corazón singular y sueños funestos,
precipitadamente pálido, marchito en la frente
y con luto de viudo furioso por cada día de vida,
ay, para cada agua invisible que bebo soñolientamente
y de todo sonido que acojo temblando,
tengo la misma sed ausente y la misma fiebre fría
un oído que nace, una angustia indirecta,
como si llegaran ladrones o fantasmas,
y en una cáscara de extensión fija y profunda,
como un camarero humillado, como una campana un poco
ronca,
como un espejo viejo, como un olor de casa sola
en la que los huéspedes entran de noche perdidamente ebrios,
y hay un olor de ropa tirada al suelo, y una ausencia de flores
-posiblemente de otro modo aún menos melancólico-,
pero, la verdad, de pronto, el viento que azota mi pecho,
las noches de substancia infinita caídas en mi dormitorio,
el ruido de un día que arde con sacrificio
me piden lo profético que hay en mí, con melancolía
y un golpe de objetos que llaman sin ser respondidos
hay, y un movimiento sin tregua, y un nombre confuso.
Pablo Neruda
DOS ROJAS LENGUAS DE FUEGO
Dos rojas lenguas de fuego
que, a un mismo tronco enlazadas,
se aproximan, y al besarse
forman una sola llama;
dos notas que del laúd
a un tiempo la mano arranca,
y en el espacio se encuentran
y armoniosas se abrazan;
dos olas que vienen juntas
a morir sobre una playa
y que al romper se coronan
con un penacho de plata;
dos jirones de vapor
que del lago se levantan
y al juntarse allá en el cielo
forman una nube blanca;
dos ideas que al par brotan,
dos besos que a un tiempo estallan,
dos ecos que se confunden,
eso son nuestras dos almas.
Gustavo Adolfo Bécquer
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