Protesis. Diente endodonciado

Cuando nos encontramos ante un diente endodonciado, su restauración viene subordinada a la perdida de estructura, al tipo de diente y, como no, a la utilidad que se le va a dar a ese diente. Evidentemente el que sea pilar de puente, apoyo de un retenedor de prótesis removible, cambia su modo de restauración. Tradicionalmente, un diente endodonciado recibía un poste para “reforzarlo”. Actualmente esta idea esta reconsiderándose1.

En el pasado, se creía que el uso de postes “reforzaba” la raíz del diente endodonciado. Esta filosofía pervivió muchos años hasta que la investigación empezó a dudar de esta afirmación. La presunta necesidad de reforzar un diente tratado endodónticamente derivaba de la mayor incidencia de la fractura del diente depulpado y de la pérdida de liquido, cercano al 10%, con la consiguiente disminución de la resistencia2. Es decir, la deshidratación dentinaria3, debida a la pérdida de irrigación, junto con la variación de la disposición de las fibras de colágeno4, serian responsables de un debilitamiento del 14%, más pronunciado en la arcada inferior y en los incisivos.

Estudios posteriores demostraron que dientes tratados endodónticamente no reportaban ninguna diferencia significativa en su fractura radicular con el uso de postes5. Actualmente el objetivo principal del uso de postes es la retención del material restaurador, es decir, permitir la reconstrucción del muñón protésico coronario sin pretender en ningún momento reforzar la estructura radicular residual. Con este fin, el uso de pernos de fibra es muy recomendado frente al uso de pernos metálicos o de zirconio, por la semejanza de sus módulos elásticos. Así, el de la dentina es de 18.6 GPa, mientras que el de los postes metálicos es 210 GPa, 170 GPa el del zirconio, 120 GPa la fibra de carbono y 40 GPa fibra de vidrio7.

...