Proyecto De Albert Einstein
Enviado por luciofer • 13 de Febrero de 2013 • 1.697 Palabras (7 Páginas) • 457 Visitas
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En la categoría | Historia
Etiquetas : Albert Einstein, biografía para niños
Biografía para niños: Albert Einstein
por Victoria
Si hubiésemos podido preguntarle a Albert Einsten que cómo se describiría a sí mismo, habría contestado sin duda que cómo un pensador.
La originalidad de sus ideas y teorías científicas se basan en su increíble capacidad de pensar y reflexionar, sin limitarse a lo que se reconocía como verdades indiscutibles. Desde niño, Albert, se cuestionó todo sobre el mundo que lo rodeaba.
Albert Einstein nació en la ciudad de Ulm en Alemania el 14 de marzo de 1879 y no fue precisamente el niño brillante que cabría esperarse. Sus padres estuvieron preocupados desde un comienzo por su lentitud para comenzar a hablar, a comunicarse y a relacionarse.
Se dice que Albert no habló ni una sola palabra en sus 4 primeros años y que un día durante la cena dijo: “la sopa está caliente”. Sus padres asombrados le preguntaron por qué si podía hablar, nunca lo había hecho. Albert respondió: “Porque hasta ahora, todo estaba bien”.
Durante sus primeros años, Albert no demostró ningún interés en jugar con otros niños o en los deportes. El prefería quedarse en casa haciendo grandes construcciones con bloques de madera o con las cartas de la baraja.
Durante la escuela primaria, Albert disfrutó la enseñanza, del hecho de hacer preguntas y de que sus maestros las contestaran, pero para él era más estimulante estar en el taller de su padre y su tío quienes vendían baterías y generadores eléctricos. Para Albert, sentir que la electricidad fuera una fuerza tan poderosa, que podía almacenarse, conducirse y utilizarse para toda clase de trabajos, pero que aún así, era invisible, le producía una fascinación absoluta.
De igual manera, la brújula que le dio su padre, lo intrigaba sobremanera. Su aguja siempre marcaba el norte, sin importar dónde o cómo la colocara.
Durante sus primeros años Albert acostumbraba a dar largas caminatas con su hermana Maja y sus primos, en ellas, él se hacía preguntas sin cesar acerca del espacio, acerca de cómo podía llegar la luz de las estrellas hasta sus ojos, de si se podría viajar sobre un rayo de luz, acerca del tiempo y de cómo transportase en él.
Su familia le estimulaba constantemente con libros y su madre a través de la música que se convirtió en su gran pasión, especialmente cuando descubrió asombrado que la música estaba basada en principios matemáticos.
Al cumplir 10 años y dejar la primaria, la escuela se convirtió en su peor pesadilla. La educación era rígida y estricta, Debía usar uniforme y marchar como soldado entre una clase y otra y debía simplemente memorizar y repetir, no pensar. Para su mente inquieta, sentirse atrapado en un sistema que no le permitía pensar, fue un gran choque. La única materia que disfrutaba eran las matemáticas, porque en ellas no se podía memorizar, sino que debía razonar.
Sus maestros, a quienes llamaba “sargentos” pronto comenzaron a llamarlo “perro perezoso” y decir que era una mala influencia dentro del salón de clase por hacer preguntas que no podían responder. El director de la escuela le dijo un día a su padre que no se preocupara por cuál profesión iría a estudiar Albert, porque “él nunca sería exitoso en nada de lo que hiciera”.
Finalmente fue expulsado de la escuela y vivió por unos meses con su familia en Italia, en los que se prometió a sí mismo que nunca dejaría de pensar y a que el derecho a expresar libremente sus ideas, sería su patrimonio más valioso. Durante esos meses escribió y publicó su primer ensayo sobre el magnetismo y la electricidad y comenzaba su escrito diciendo que el espacio era un lugar “vacío”. Hasta ese momento los científicos afirmaban que el espacio estaba ocupado por algo llamado “eter”, que nadie nunca había descrito, pero que se daba por cierto. Aunque este primer escrito no tuvo mucha difusión, ni reacción por parte de la comunidad científica, por ser escrito por un adolescente que había sido expulsado de la escuela, años después se comprobó que Albert estaba en lo cierto.
De Italia pasó a Suiza, donde encontró un ambiente favorable a su manera inquieta de conocer el mundo, allí terminó sus estudios secundarios, ingresó a la Escuela Politécnica de Suiza y se hizo ciudadano suizo. En ese momento su familia ya no tenía como sostenerlo,
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