Proyecto de investigación: Cumplimiento de la ley 1448 del 2011 en Caucasia-Ant.

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

El desplazamiento forzado significa la ruptura de todas las redes de relacionamiento en las que la familia se ha conformado y mantenido con la cadencia de cada generación día tras día, la destrucción de los proyectos individuales, familiares y sociales, y en general, un crimen contra la integridad física y emocional de las victimas.

En este mismo orden, el desplazamiento forzado causado por la violencia, constituye uno de los delitos de lesa humanidad más degradantes de una sociedad, porque corroe contra la libertad personal e individual del ser humano. Se caracteriza por la violación persistente de los Derechos Humanos de las personas afectadas por este fenómeno, hace parte de una estrategia de guerra históricamente utilizada para adquirir el control territorial en las zonas en donde pierde autoridad y disidencia el Estado, es decir la violencia como principal consecuencia en relación con el desplazamiento o despojo forzado, es planificada de manera fría e inhumana y motivada por intereses socioeconómicos como también políticos de las partes que conforman el conflicto.

Con el desplazamiento forzado, el núcleo familiar es el principal afectado, ya que se rompe con la historia de vida individual y familiar, con los hábitos, y la cultura; como también afecta la identidad de los individuos, arrasa con el derecho a la libre expresión, y origina una perdida de seres queridos, que es el principal efecto secundario de esta problemática, porque se violenta contra la vida.

Las zonas de alta riqueza en biodiversidad y mayor sostenibilidad económica se muestran más llamativas a la participación de grupos armados, es decir, más llamativas a la expectativa por el control, y la posesión de estas tierras. La violencia sectorial por grupos armados, causa además pérdidas de los bienes adquiridos con esfuerzo o por herencias, a través de varias generaciones, no solo en lo material o físico del bien, sino al significado emocional que producía cada bien material, en la vida de las personas. Por ende, las secuelas psicosociales que motiva este fenómeno social, aumentan el déficit de pobreza en una población y transforma de manera infranqueable los contextos de cada sujeto, puesto que primero, debilitan el tejido social, y segundo, fomenta la degradación individual del ser humano, ya que cada día se expone la vida, que es un derecho fundamental, como también se pone en riesgo la satisfacción de las necesidades básicas, como son la alimentación, salud, vivienda, etc.

La dificultad de este fenómeno, no radica solamente en tener que abandonar la tierra, sus labores, amigos y familiares, una vida adquirida por largos años; esta problemática es más compleja, ya que por lo general se encuentra asociada a otros delitos a lo que se exponen cada familia víctima de la violencia, como la agresión física y psicológica. Un claro ejemplo, es el abuso sexual violento a niñas y mujeres de un mismo u diferente núcleo familiar, el asesinato de parientes en frente a sus seres queridos, como también el daño o hurto de sus pertenencias.

Esta situación ocasiona también problemas psicológicos y emocionales en cada sujeto, sujetos de derechos que evocan sentimientos de rabia, frustración, rencor, desconfianza, abandono, desesperanza, como expresión de desarraigo, porque además de perder todos sus bienes, y ser vulnerados, tienden a ser rechazados por un Estado al que no le interesa sus derechos, y por una sociedad que es indiferente a su condición. Por tanto, causa

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