Proyectos Sociales

LA COMPAÑÍA

Starbucks tuvo su inicio en 1971, la compañía se apertura con tres socios académicos y aficionados, Jerry Baldwin, Zev Siegel y Gordon Bowker, los tres compartían un gusto por la calidad.

El inspirador fue Alfred Peet, que había abierto una tienda en Berkley, California Peets Cofee and Tea, especializado en importar cafés y tés de calidad y en tostar su propia mezcla de granos al estilo europeo para sacarle todo su sabor.

HOWARD SCHULTZ APARECE EN LA PELÍCULA

En 1981, Howard Schultz, vicepresidente y gerente general de las operaciones de un fabricante sueco de elegante equipo para cocina y cafeteras, decidió hacer una visita a Starbucks, porque le compraba gran cantidad de los productos de esa compañía.

Howard Schultz se quedo impresionado por el sabor y calidad de su café, además del conocimiento tan amplio de sus socios y la filosofía empresarial.

No dejaba de pensar en Starbucks y quería pertenecer a esa empresa a toda costa, ya que el negocio tenia algo mágico, una pasión y una autenticidad que jamás había encontrado en otro, por eso solicito integrarse a Starbucks.

Tuvo que esperar más de un año, Realizar varias presentaciones en la Junta y presentar sus ideas y visión sobre la expansión geográfica potencial que tenían.

En setiembre de 1982 Howard Schultz encabezó el marketing y supervisión de las tiendas minoristas de Starbucks.

STARBUCKS Y HOWARD SCHULTZ: EL PERIODO 1982-1985

Durante los primeros meses en su nuevo puesto, paso la mayor parte del día en las cuatro tiendas de Seattle, trabajó detrás de mostrador, se familiarizó con el personal, se gano la aceptación y respeto del personal, empezó a conocer muchas cosas acerca del café y como tostarlo.

Schultz tenía miles de ideas para implementar. Se percató desde un principio que los clientes podrían sentirse un poco incómodos al no saber tanto de cafés y que percibían al personal un poco arrogante, par eso decidió hacer folletos con información que le facilitara al cliente sobre los tipos de cafés y sus calidades.

En 1983 asiste a Milán, Italia a una feria internacional para artículos del hogar. Es ahí donde tuvo su mayor inspiración y visión para el futuro de Starbucks: introducir el “caffe latte” en el menú y servir en sus establecimientos café recién preparado, exprés y capuchinos y tratar de crear una versión estadounidense de la cultura italiana de los cafés, eso podría hacer el factor que diferenciara a la empresa.

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