¿Puede Entenderse A La Novela Contemporánea Como Una Antología O Selección De Fragmentos De La Historia Universal?

La historia universal se ha venido conformando por grandes y diferentes sucesos los cuales muestran la evolución de la humanidad, y que han logrado traernos al mundo globalizado y a la sociedad consumista que somos hoy. Si bien, toda la humanidad se ha visto expuesta a cambios significativos a nivel económico, social, cultural, político e ideológico, y son estos cambios los que hoy en día conforman y delimitan los horizontes de la sociedad contemporánea.

Al igual que el mundo, la literatura ha sido un movimiento artístico y humanístico que se ha venido desarrollando a lo largo de los años. Los diferentes periodos en el tiempo desde que este movimiento se creó, como la literatura clásica, neoclásica, barroca, renacentista, etc.; han influido fuertemente en la manera en que los distintos géneros literarios se producen y es de esta forma como evolucionan, y a su vez la literatura. Gracias a estos cambios realmente determinantes en la historia del desarrollo de la literatura, es que hoy en día podemos hablar de obras literarias como novelas, ensayos y crónicas, las cuales son relativamente recientes en la historia del arte literario.

La novela es un tipo de obra literaria que nacen con la desaparición de las epopeyas. Este tipo de obra literaria escrita en prosa se encarga de narrar y describir los diferentes sucesos que les ocurren a un determinado grupo de personajes, jugando con la intensidad y la tensión de la historia, con el fin de atrapar al lector y captar toda su atención. A diferencia de las obras literarias que se desarrollaron anteriores a la novela, esta emplea y refleja personajes anti-heroicos, pues narran sucesos de la vida de seres humanos corrientes, y es con la novela Don Quijote de la Mancha, con la cual se le da apertura a este tipo de obra literaria que hasta hoy ha logrado deslumbrar a los lectores, pasando desde las novelas de caballería hasta la novela picaresca.

Si bien, no cabe duda que la obra literaria, en este caso la novela, como tal, tiene un objeto comunicativo y por ende participa en el proceso de comunicación, pues encontramos que el lector cumple con el papel de receptor, y al a vez de re-creación de la obra; el autor se conoce como el sujeto que crea la obra y cumple con el papel de emisor, y a su vez de creación de la obra. Los autores son los sujetos concretos que son influenciados por el mundo en el que habitan, pues cada autor en el mundo cuenta con una cultura, educación, ideología, procesos históricos, características fisiológicas y psicológicas muy diferentes. Por esta razón, el autor se ve envuelto en un contexto de producción y por tanto, la obra literaria es un producto cultural que cumple una función principalmente sociocrítica.

De la misma manera en que el autor se desenvuelve en un contexto de producción, el lector también se ve marcado por un contexto de consumo, pues al igual que el autor, es sometido a diferentes influencias anteriormente mencionadas, que lo llevan a interpretar la novela u obra literaria, a su manera, convirtiéndose en un espejo para nuestro sujeto en cuestión, y es debido a esto que se le otorga el papel de re-creador de la obra literaria.

La época postmoderna o contemporánea, es una época que se difiere totalmente a las épocas anteriores de la humanidad, pues el mundo ha venido atravesando unos hechos realmente significativos en un relativamente corto espacio de tiempo, y es por esto, que se presenta en esta época la proliferación de un sin número de ideologías de marcan la organización de nuestra sociedad. Los valores de la sociedad contemporánea cambian y por ende, el comportamiento y el pensamiento del hombre cambia totalmente.

El proceso de industrialización y de globalización que se ha venido dando en el mundo desde finales del siglo XVIII y en el siglo XX respectivamente, ha marcado la ideología propia del hombre contemporáneo. Durante la historia, la humanidad se ha visto sujeta a un diferente número de promesas, de ideales, como el cristianismo, la ilustración y el marxismo. Sin embargo, todas han fracasado en su objetivo de bienestar general.

El hombre contemporáneo se ve envuelto en una sociedad de consumo que se sustenta en pilares individualistas, donde la democracia ha sido absorbida por el capitalismo y cada vez el ideal y primordial valor de justicia se difumina entre el dinero y la codicia. El hombre ha perdido la fe que una vez fue depositada en el Estado y se ve enmarcado en un mundo donde solo hay gente que lo tiene todo,

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