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Enviado por kariitho22 • 19 de Diciembre de 2012 • 4.721 Palabras (19 Páginas) • 364 Visitas
Prologo
Algunos se refieren a este libro como "la Biblia de la Economía". Se entiende si se lo juzga por
su volumen, por la pluralidad de sus temas y por haber consagrado a la figura de su autor mas
allá de cualquier simpatía religiosa. Investigación sobre la naturaleza y causas de las riquezas
de las naciones apareció en Londres el 9 de marzo de 1776. Su autor, el escocés nacido en
Kirkaldy en 1723 y muerto en Edimburgo en 1790, es el padre del liberalismo económico. Hijo
del Siglo de las Luces y, como tal, culto y contemporáneo de otros genios, Adam Smith paso a
la historia por haber escrito la summa que produjo un quiebre, el prolijo y vastisimo desarrollo
fúndante de una ideología que haría escuela.
La riqueza de las naciones es un tratado que combina la moneda con la historia, la lógica con la
teología. Su tesis económica es simple y puede resumirse en tres principios: a. Que, como ser
económico, el hombre tiene el impulso natural del lucro; b. Que el universo esta ordenado de tal
manera que los empeños individuales de los hombres se conjugan para componer el bien social;
c. Que, conforme a. y b., el mejor programa consiste en dejar que el proceso económico siga su
propio curso (laissez faire). Estos principios, que se difundieron al punto de olvidar su filiaci6n,
encuentran su sentido cabal en el deísmo ilustrado de Smith. Como lo manifiesta en su otro gran
libro, Teoría de los sentimientos morales, Smith creía en un Dios Supremo que había ordenado
el universo como un mecanismo perfecto donde todo funciona y que resulto, por imagen y
semejanza, bueno. Esta premisa atraviesa las paginas de La riqueza..., desde las reflexiones
sobre el trabajo más elemental (Libro I) hasta la disertación sobre las funciones del Gobierno
(Libro IV), a quien, supuesto el orden primigenio, no le toca otra tarea que mantenerlo. Para
Adam Smith, la mejor política económica no precede del Gobierno sino de la acción espontanea
de los individuos. El libro III y el IV abren el temario a cuestiones históricas de evolución y
comercio, pero, por el recurso constante de ilustrar sus ideas con ejemplos cercanos en el
comercio europeo, del propósito central de La riqueza de las naciones resulto también un
mosaico de la época. Y es, en ultima instancia, un manual de lógica que se valió del método
deductivo para arribar "mas naturalmente" a las conclusiones que Smith quiso imponer y que
son el eje axiomático de este volumen.
Por eso, aunque entendemos que el valor de La riqueza de las naciones reside en su globalidad
que por otro lado se hace evidente en la dificultad de su fraccionamiento, esta "antología
esencial" no pretende otra cosa que beber de su misma fuente las bases de una teoría que en su
momento significo una reacción contra el mercantilismo feudal, pero que, en el tiempo, dibujo
el trazado de una de las caras de la moneda: la realidad económica globalizada en la que
vivimos.
Introducción y plan de la obra
El trabajo anual de cada naci6n es el fondo que en principio la provee de todas las cosas
necesarias y convenientes para la vida, y que anualmente consume el país. Dicho fondo se
Integra siempre, o con el producto inmediato del trabajo, o con lo que mediante dicho producto
se compra de otras naciones.
De acuerdo con ello, como este producto o lo que con el se adquiere, guarda una proporción
mayor o menor con el numero de quienes lo consumen, la naci6n estará mejor o peor surtida de
las cosas necesarias y convenientes apetecidas.
Ahora bien, esta proporción se regula en toda nación por dos circunstancias diferentes: la
primera, por la aptitud, destreza y sensatez con que generalmente se ejercita el trabajo, y la
segunda, por la proporción entre el numero de los empleados en una labor útil y aquellos que no
lo están. Sea cual fuere el suelo, el clima o la extensión del territorio de una nación, la
abundancia o la escasez de su abastecimiento anual depende, en cada situación particular, de
aquellas dos circunstancias.
La abundancia o escasez de esa provisión depende mas, al parecer, de la primera que de la
segunda de dichas condiciones. En las naciones salvajes de cazadores y pescadores, todo
individuo que se halla en condiciones de trabajar se dedica a una labor mas o menos útil, y procura obtener, en la medida de sus posibilidades, las cosas necesarias y convenientes para su
propia vida, o para la de los individuos de su familia o tribu que son muy viejos, demasiado
jóvenes o no se hallan en condiciones físicas adecuadas para dedicarse a la caza o a la pesca.
Estas naciones se hallan, sin embargo, reducidas a tal extremo de pobreza, que por pura
necesidad se ven obligadas muchas veces, o así lo imaginan en su ignorancia, a matar a sus
hijos, ancianos y enfermos crónicos, o bien los condenan a perecer de hambre o a ser devorados
por las fieras. En las naciones civilizadas y emprendedoras acontece lo contrario; aunque un
gran numero de personas no trabaje absolutamente nada, y muchas de ellas consuman diez o,
frecuentemente, cien veces mas producto del trabajo que quienes laboran, el producto del
trabajo entero de la sociedad es tan grande que todos se hallan abundantemente provistos, y un
trabajador, por pobre y modesto que sea, si es frugal y laborioso, puede disfrutar una parte
mayor de las cosas necesarias y convenientes para la vida que aquellas de que puede disponer
un salvaje.
Las causas de este progreso en las facultades productivas del trabajo, y el orden según el cual su
producto se distribuye, naturalmente entre los diferentes rangos y condiciones del hombre en la
sociedad, forma la materia del Libro primero de esta Investigación.
Cualquiera que sea el nivel de aptitud, destreza y sensatez con que el trabajo se ejercita en una
nación, la abundancia o la escasez de su abastecimiento anual dependerá necesariamente,
mientras exista tal nivel, de la proporción entre el numero de quienes anualmente se emplean en
una labor útil y el de quienes no lo están de esta manera. El numero de obreros útiles y
productivos, como veremos mas adelante, se halla siempre en proporción a la cantidad de
capital empleada en darles ocupación y a la manera particular como este se emplea. En
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