Quien Se Ha Robado Mi Queso
Enviado por catblack08 • 15 de Mayo de 2014 • 3.300 Palabras (14 Páginas) • 404 Visitas
¿Quién se ha llevado mi queso?
El libro titulado: ¿Quién se ha llevado mi queso?, trata en formar general en la forma que uno enfrenta los cambios en la vida, pueden ser tanto en el ámbito profesional como en la vida misma.
Esta historia involucrada a 4 personajes, dos ratoncitos y 2 liliputienses, los cuales se encuentran en un laberinto y tienen que ir en búsqueda de queso para sobrevivir.
Estos singulares personajes nos dan a conocer algunas personalidades que tenemos cada quien cuando enfrentamos los cambios inesperados o en algunos esperados, nuestra forma de ser ante ellos y nuestros temeros, el laberinto es como el lapso de tiempo en el que hayamos el queso; y el queso pues simboliza lo que queremos en la vida bueno puede adoptar distintas cosas dependiendo de la persona. Por ejemplo puede ser: algún trabajo, o el dinero, el amor de alguien, entre otras más.
También nos enseña a ver las cosas positivas de los cambios, a no pensar en las cosas malas que pueden pasar si no todo lo contrario visualizar las cosas buenas, las mejores oportunidades que nos esperan si nos adaptamos rápido a los cambios.
Bueno también nos menciona que este relato ha ayudado a muchísimas personas, en diferentes aspectos de su vida, yo creo que eso es algo muy bueno. Esta historia tiene mucha sabiduría y un lindo mensaje que hay trasmitirlo a los demás y atesorarlo todo la vida.
El relato comienza en una reunión que
Tienen unos ex compañeros de escuela. Y cada quien hablo sobre las cosas que les habían pasado, unas no tan buenas, cambios que habían tenido y cosas de ese tipo, ahí muchos dijeron que le tenían miedo al cambio; uno de ellos que se llamaba Michael les dijo que su empresa había pasado por un duro cambio pero gracias a un cuento que había escuchado él y después los empleados de su empresa pudieron salir adelante, pudieron adaptarse al cambio que se estaba presentado. Sus ex compañeros quisieron saber cual era esa historia tan especial de la que les estaba hablando así que pues Michael comenzó a contárselas.
Eran 2 ratoncitos, uno llamado “Fisgón” y otro “Escurridizo”. También 2 liliputienses “Haw” y “Hem”, eran personitas pequeñitas así del tamaño de los ratones, con la característica pues que son así como los seres humanos tenían emociones. Bueno ellos Vivian en un laberinto el cual tenía que recorrer para encontrarse queso para alimentarse y los hiciera felices.
Todos los días muy temprano se preparaban para adentrarse al laberinto, se ponía sus zapatos para correr, cada uno tenía una rutina distinta, por ejemplo los ratoncitos se basaban en su instinto, en su olfato. Y los liliputienses tenia mas inteligencia y hacían estrategias para encontrar el queso que tanto querían, aunque muchas veces ambos se perdían entre esos pasadizos oscuros, pero al final encontrarían su propio
camino. También tenían distintos conceptos del queso que quería encontrar, los ratoncitos se conformaban con un queso duro de roer mientras que los liliputienses querían un queso delicioso.
Al fin de esa larga búsqueda que hacia todos los días por fin encontraron el queso en el depósito de queso Q. Ambos se pusieron muy felices ya que todo el fuerzo que habían hecho tenia por fin su recompensa. Los ratoncitos hicieron una ratina después de haber encontrado el queso, ellos aun se despertaban temprano, se ponían sus zapatos para correr e iban velozmente al depósito, pero primero inspeccionaban de un lado a otro a ver si había algún cambio en el queso, Ah pero
ellos se atapan sus zapatos y los colgaban en el cuello por si algún día los necesitaban de nuevo y ya terminando eso disfrutan del queso. Ah pero los liliputienses hacían todo lo contrario como ya se sentían triunfantes de haber hallado su queso y que siempre estaría ahí para su disposición se despertaban tarde, se quitan sus zapatos y se ponían cómodos como en su propio hogar, pensaban que el queso era de su propiedad. Se llevaban queso a sus casas y no se daban cuenta de lo que ocurrían a su alrededor.
Asi continuo durante muchos días, hasta que un día los ratoncitos llegaran como de costumbre al depósito y se dieron cuenta que ya no había nada de queso, pero no se sorprendieron ya que ya se habían dado cuenta que conforme
pasaba el tiempo el queso iba reduciendo, así que sin pensar mucho, ya que la situación sobre el que había cambiado, ellos debía cambiar también así que se prepararon se pusieron sus zapatos y se emprendieron en búsqueda de nuevo queso.
Ese mismo dio Haw y Hem llegaron al depósito y se dieron cuenta que no había absolutamente nada de queso; Hem se enojo muchísimo, pensaba que alguien se había llevado su queso, gritaba del coraje, pero este Haw se solo miro con expresión de no creer lo que estaba pasando. Nunca se dieron cuenta de los pequeños cambios que estaban pasando.
Al día siguiente regresaron a ver si ya habían devuelto el queso, pero todo siguió igual, no se querían dar cuenta de la realidad, querían pensar que había desparecido así no más. Haw intento decirle a Hem que deberían cambiar e ir en búsqueda de queso nuevo pero Hem se negó rotundamente, el no quería salir de esa zona de seguridad, no quería cambiar, y le inyectaba ese miedo a Haw.
Los ratoncitos ya habían empezaron a buscar aunque tardaron por fin encontraron queso nuevo en el depósito de queso N. Al contrario los liliputienses estuvieron mucho tiempo así sin saber qué hacer; ya estaban muy frustrados y fastidiados. Pero un día Haw busco sus zapatos para correr y decidió aventurarse en el laberinto por queso nuevo pero Hem le seguía inyectando miedo preguntándole cosas como: ¿Qué tal si no encontraba
queso? pero Haw ya sabía hecho la misma pregunta pero se imagino encontrándose en el laberinto en búsqueda de queso y eso lo alentó. Hem trato de convencerlo de que algún día les devolverían el queso pero Haw le dijo que nadie les devolvería el queso, que ya era tiempo de buscar uno nuevo. Al irse se encontraba animado ya que pudo liberarse del pasado. Aun así el sentía miedo obviamente, pues no sabía lo que le esperaba en el laberinto; Aunque el sabia que sentir miedo no es del todo malo, pero no es bueno sentir mucho miedo ya que te impide hacer las cosas.
En el camino él se venía preguntando muchas cosas, como que si se hubiera dado cuenta antes de todo es esto, hubiera sido más fácil afrontarlo, por eso de ahora en adelante estaría mucho mas alerta de los pequeños cambios. Asi anduvo caminado hasta que se topo con un deposito pero para su mala suerte estaba vacío eso le dio ganas de volver, y le recordó la parte del miedo, si eso era, el miedo lo retrasaba, se dio cuenta que sus temores eran los que empeoraban las cosas. Se libero de su miedo, y realmente se sentía muy
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