Reflexión Sobre La Ortografía
Enviado por Danniela2326 • 8 de Septiembre de 2011 • 514 Palabras (3 Páginas) • 2.707 Visitas
El lenguaje escrito es a mi juicio el mejor de los métodos humanos de comunicación, y en especial me parece que nuestro idioma nos permite una riqueza y variedad que otros idiomas probablemente no poseen. La magia del lenguaje escrito nos permite viajar por mundos de fantasía con más detalle que el cine, y con él podemos conocer e interactuar con personajes que jamás vimos ni veremos pero que con seguridad si los tuviésemos al frente los reconoceríamos al instante. Los gestos y los ánimos quedan en él, plasmados en las letras cual fotografías sentimentales. Los sonidos pueden ser muy bellos, sin embargo son sólo estrellas fugaces que nos asombran con su brillo pero, como un grano de azúcar en la lengua, se desvanecen tan rápido que olvidamos su sabor antes de tragarlos. Pero las letras, los símbolos y los signos esos sí que son eternos. Para ellos el tiempo deja de ser aquel viejo de paso inmutable e inmisericorde con el lento, con el rápido y con el rebelde; y se convierte en un ritmo musical a gusto del lector quien cual director de un sinfonía lo maneja a su deleite acelerándolo, congelándolo o repitiéndolo.
Sin embargo las letras son un instrumento de cuidado, pues para impregnar en ellas la sazón del escritor es necesario prestar mucha atención a cada detalle, ya que son estos los que inmortalizarán el sentir y pensar del creador. No importa si se trata de un libro, no importa si se trata de poesía, tampoco si está escrito en papiro, en un e-mail o sólo un comentario de un blog. Lo escrito es inmortal y su poder es casi infinito, y si además se publica en un medio como la Web, es virtualmente omnipresente. Por ello, para utilizar a nuestro favor el poder de la palabra escrita es necesario saber utilizarla, pues hasta los menores descuidos llevan a encauzar fuera del blanco su destino, incluso invertir su sentido y dado su poder llevar a consecuencias lejos de las deseadas.
Quien cuida del tono de su voz, las expresiones de su rostro y el acento en sus palabras, debe con mucha más razón cuidar de su buena ortografía, tanto por respeto a su pensar y sentir que quedan con las letras representado; como por respeto por el pensar y el sentir de lector que puede verlos contrariados. La inmortalidad no favorece a lo mal escrito, pues su falencia se verá recalcada y repetida con cada lectura, queriendo en cada momento gozar de la fugacidad y desvanecerse en el tiempo.
La buena ortografía no es un adorno, ni un mero valor agregado. No es sólo para los profesores, ni sólo para los negocios. Tampoco creo que sea una opción de personalidad. La buena ortografía es un deber para el que usa la escritura y un derecho para el que lee. Así como todo conductor debe respetar las señales de tránsito por respeto a los derechos de los pasajeros, peatones y los demás conductores; pienso que todo escritor está obligado a una buena ortografía y así favorecer el viajar intelectual
...