Relación Sinérgica De La Salud Y El Trabajo
Enviado por jorge.barriaja • 8 de Abril de 2015 • 1.216 Palabras (5 Páginas) • 283 Visitas
1. Definir los Conceptos de Salud y trabajo:
- La salud: ese bien tan temido en caso de ser afectado o perdido por el padecimiento de alguna enfermedad y por el otro, tan preciado a conservar en óptimas condiciones en los casos en los que se encuentra entera y sin la presencia de ningún tipo de padecimiento, generalmente, se la define como un estado que se caracteriza por la observación de un completo bienestar mental, físico y social, en el cual no se observan enfermedades o afecciones algunas. Por esto mismo es que podemos distinguir, por un lado, la salud física y por el otro la salud mental. En la primera, el rasgo diferencial será la capacidad para realizar cualquier tipo de actividad física, ya sea gimnasia o algún deporte como el tenis, el fútbol, el básquet, entre otros, sin presentar ningún tipo de reacción adversa, sino por el contrario, demostrar resistencia, agilidad, fuerza, flexibilidad y coordinación en la realización de cualquier tipo de ejercicio.
- El trabajo: es el esfuerzo realizado por los seres humanos con la finalidad de producir riqueza. Desde el punto de vista teórico, este tópico ha sido abordado desde diferentes aristas, ya sean económicas, sociales o históricas, principalmente a causa de sus relevantes alcances en lo que hace el desarrollo de la humanidad.
Un aspecto importante respecto del trabajo, es la definición ente “manual” e “intelectual”. ¿Qué significa esto? El trabajo manual es aquel que se ha desarrollado desde el comienzo del humano como persona habilitada para realizar “trabajos de fuerza”, y aquí se incluyen desde los esclavos hasta los hombres que trabajaban con las primeras máquinas de vapor, en los tiempos de la Revolución Industrial inglesa. Sin embargo, éste tipo de trabajo no es algo del pasado, puesto que en la actualidad continúa vigente. Pensemos por ejemplo, en los obreros metalúrgicos o de la mecánica.
Pero durante la posguerra, comenzó a desarrollarse una nueva forma de trabajo: el “intelectual”, con la aparición de los trabajadores “de cuello blanco”, como se llamó a quienes ejercían estos tipos de empleos. Y esto fue gracias a la noción de “plusvalía” incorporada también en esta época, que es lo mismo que conocemos como “valor agregado”: es el desarrollo de ciencia y tecnología que mejora y optimiza los bienes fabricados. Además de bienes, también en esta época comienza a cobrar vigencia la idea de “servicios”, que son todos los bienes “intangibles” (que no podemos tocar) que podemos adquirir: paquetes turísticos, un seguro de vida o la contratación de un especialista para que arregle un PC.
En la actualidad, el trabajo es realizado a cambio de un salario. Así, el trabajador vende su fuerza de trabajo en el mercado y recibe una remuneración por éste. El empleador, por su parte, contrata personal con la finalidad de percibir una ganancia. Los intereses de los trabajadores están protegidos por los sindicatos, que negocian colectivamente los salarios según cada sector en particular. Además de esta protección, los trabajadores están amparados por el conjunto de leyes laborales. En este sentido, son destacables los cambios producidos durante The Walfare State, o lo que se conoció como El Estado de Bienestar. Durante los años ’30 y ’70 el Estado era sumamente interventor, equilibrando las diferencias de intereses entre los capitalistas (el mercado) y los trabajadores (asalariados). En este período, los trabajadores lograron grandes conquistas para mejorar sus condiciones laborales, como las vacaciones pagas, jornada de horas fijas, días libres para disfrutar de la familia y el ocio.
Las políticas neoliberales fijadas entre los años ’80 y ’90 minimizar algunas de estas conquistas de beneficios laborales, como por ejemplo fue la flexibilización laboral: por medio de esta política,
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