Reseña del libro "quédense en la trinchera y luego corran".

RESEÑA DE “QUÉDENSE EN LA TRINCHERA Y LUEGO CORRAN”

John Boyne, escritor nacido en Dublín, Irlanda en 1971 y estudió en la Universidad de East Anglia, Norwich, Inglaterra. Publica, entre muchos otros libros, la novela Quédense en la trinchera y luego corran. La portada del libro nos muestra a un niño, sobre un campo, admirando un avión militar, que representa al personaje de la obra Alfie.                                                                                                                                                                      La novela, narrada en primera persona por el protagonista Alfie Summerfield, inicia el 28 de julio de 1914,  quinto cumpleaños de Alfie, mismo día en que estalla la segunda guerra mundial; a partir de ese día, la vida de los habitantes de Damley Road da un giro de 180°. Poco después,  el padre de Alfie, George Summerfield, se enlista en el ejército y se marcha, dejando a Alfie con su madre, como consecuencia de esto, la madre de Alfie, para evitar que queden en la indigencia por falta de dinero, inicia trabajando en un hospital, lo que le consume las 24 horas y muy apenas llega a casa para dormir; a partir de esto, Alfie tiene que hacerse cargo de sí mismo y empezar a hacer las labores del hogar, sin descuidar su escuela y por supuesto le lleva a madurar a una edad muy temprana.                                                                                                                                                  Se salió de la escuela, ya que creía que era una pérdida de tiempo y pensaba que en vez de ir, podría ganar un poco de dinero para su casa y comenzó de limpiabotas en la estación de trenes  King Cross, para aportar dinero a la casa, y ayudar a su madre y tener ahorros por si algún día los llegaran a necesitar, todo esto sin que ella se diera cuenta, ya que su madre se oponía a la idea de que la guerra afectara la vida de Alfie, aunque esto era inevitable.                                                                                                                                     Alfie, siempre esperaba con ansia el día que llegaran cartas de su padre, al principio, éste escribía animadas cartas, que con el tiempo se tornaron líneas de tortura, incompletas o indescifrables, por lo tanto la madre de Alfie, se vio en la situación de esconder y no permitir leer las cartas a Alfie, ya que podían ser perturbadoras, aun así, Alfie sabía dónde las escondía su madre y de todos modos las terminaba leyendo.                                                                                                              Pasó un año y medio desde la última línea de su padre, Alfie y su madre estaban preocupados, aunque ella no lo quería demostrar para que el chico no notara el problema, ambos estaban desesperados por recibir cualquier tipo de noticia del su padre, Alfie llegó a pensar que éste estaba muerto, hasta que un día, en la estación, un cliente, el doctor Ridgwell que trabajaba en un hospital militar llamado East Suffolk e Ipswich, tenía una lista de los pacientes y en ésta, ¡venía el nombre de su padre!, a raíz de eso, un lunes por la mañana, Alfie tomó dinero de sus ahorros y compró un boleto con dirección hacia el hospital, decidido a sacar a su padre, tras lograrlo, lo llevó a su casa y comenzó a darle los cuidados necesarios, ya que su salud mental estaba perturbada por haber estado tantos años en el frente, tiempo después se logra recuperar y todo vuelve a la normalidad, finalmente la guerra había terminado, en su noveno cumpleaños, su padre lo lleva a dar un paseo y le pregunta porque había hecho tantos sacrificios por él, Alfie negó con su cabeza y bajó su rostro, no podía decirle la razón. Quizá cuando fuera mayor le diría que lo había hecho por la mejor razón del mundo, por amor.                                                                                                                                                      La novela, nos muestra un panorama real de lo que fue la segunda guerra mundial para las familias de aquella época, y todos los sacrificios realizados por cada integrante de la familia, la madurez que pudieron alcanzar los niños de ese tiempo y sus compromisos para olvidar la infancia y convertirse en adultos responsables.                                                                                                                                  Quédense en la trinchera y luego corran, una novela con temática de ficción literaria y a mi punto de vista dramática, es un libro que recomendaría para leer, sin importar la edad que tengas.

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