Resumen Elegi Vivir
Enviado por angelapsp • 6 de Mayo de 2013 • 1.769 Palabras (8 Páginas) • 1.373 Visitas
Elegí Vivir
Daniela García (chilena).
Antes del accidente:
Estaba en el segundo semestre de cuarto año de medicina, con exámenes finales, todos se inscribían a los JIM (juegos inter-medicina), consistían en competencias deportivas con todas las facultades de medicina, ese año (2002) se harían en Temuco, en la UC. No quería gastar tanto dinero en ese viaje y no tenía ganas tampoco, y además mi amiga maca tampoco iría, pero unos días antes de finalizar las inscripciones juampi, me preguntó si iría y me convenció de ir, convencí a mi amiga maca para ir, así que nos inscribimos, yo me anoté para jugar fútbol. Al siguiente día la maca me dijo que lo reconsideró y que mejor no iba. Eso me desanimó, pero ya estaba pagado, así que iría.
El día 30 de octubre de 2002, fue un día pesado, todos mis compañeros llevaron sus mochiles a la U, yo no quise, porque no vivía lejos, así que después de salir haría mi mochila, salí tarde ese día, casi no alcancé a hacer mi mochila, mi mama me llevó hasta el metro, volví a sentir esa sensación que no debía estar ahí, se me olvidó, ahí vería a mis compañeros en la estación UC, de ahí nos iríamos al tren. Al llegar al tren noté su deterioro, algo me decía que no debía subir, pero cuando unos es joven, piensa que nada le pasará. Una vez en el tren, me sentí sola, pero me uní a unas amigas que bailaban, sin embargo, desistí. Me encontré con José Luis, Alejandro, juampi y Diego. Juampi me reiteró que era una buena idea venir aquí.
Diego y Marco me propusieron movernos un poco e ir a ver la gente, vagón por vagón.
Leonor Palomer, era la madre de Daniela, y ese mismo día, fue ajetreado para ella (30 de octubre del 2002), las tardes de los miércoles salía a bailar con su esposo, terminada la clase de baile el doctor Cristián García, se despido de su esposa y se dirigió al hogar de Cristo, para su labor voluntaria con otros médicos. Y Leonor salió a dejar a su hija al metro.
El accidente:
Desperté en medio de la obscuridad, desorientada, trate de levantar la cabeza y estaba sobre piedras, pensé que soñaba, pero no, estaba sobre piedras en una línea de ferrocarril. ¿Qué me pasó? Yo estaba con mis amigas que mareada estoy. Traté de sacar mi cabello de la cara, pero no pude, ¡no tenía manos!, porque a mi si tengo 22 años, ¿Por qué me pasó esto a mí?, intenté pararme y no pude, ¡No tenía piernas! Pero pensé, tengo que salir de aquí, me aferré como pude y logré salir. Traté de ir a una bencinera, que divisaba, pero no pude, así que intenté pedir ayuda, sin embargo, casi quede sin voz, intenté por un largo tiempo.
El rescate:
Hasta que un señor llegó a auxiliarme, y después de eso, llegó el SAMU y me pudieron auxiliar, como mi papá es doctor, yo iba aferrada a la idea que me pusieran mis piernitas, me trasladaron al hospital de Rancagua, donde me atendieron y lentamente me quede dormida.
Le avisaron a mis padres y ellos llegaron ahí, al igual que mis amigos, y los otros que viajaban en el tren como pudieron llegaron poco a poco al hospital para ver cómo estaba. Después les avisaron a mis padres que me podían trasladar a la UCI del hospital de la UC.
Ricardo es el polo de Daniela hace tres años atrás, está cursando cuarto de Ingeniería Comercial de la Universidad Adolfo Ibáñez.
Desde cuando empezó a pololear la entusiasmó con el deporte, de hecho solían andar en bicicleta por los cerros.
Le avisaron a Ricardo cuando asistía a un asado en la casa de su amigo. Fue con sus padres a verla al hospital, no sabía que pasaba con Daniela, pero al llegar se enteró de la situación.
El despertar:
Estaba allí donde quería, el hospital de la UC. Por supuesto sabía que me había pasado, ese era el miedo de mi familia, contarme, pregunte por Ricardo, me dijeron que venía enseguida. Mi papá hablo conmigo y me dijo que me pondrían prótesis, me asuste, pero me sentí tranquila con las palabra de mi padre, ya que decía que estas ya tenían mucha tecnología y casi se venían reales las de hoy en día.
En la UCI:
Me llevaron otra vez a pabellón, para curarme las heridas y al llegar me di cuenta que el cuarto en donde estaba, se encontraba lleno de mensajes y buenos deseos. Los doctores que me atendían eran casi todos los que me hacían clases o colegas de mi padre.
Por fin Salí de la UCI y me trasladaron a la torre de la UC. ¡Por fin viviría!
Los primeros días en la Clínica:
Mis amigos trasladaron todo de la UCI a mi nuevo cuarto. Por fin podía comer. Cada tres días me hacían curaciones. ¨
Toneladas de cariños:
Todos querían verme y mandarme saludos y buenos deseos, hasta gente que no conocía, me trajeron las medallas que ganaron en los JIM
El comienzo de mi rehabilitación:
Ahí fue donde mis papas recibieron la recomendación de la doctora Rigo-Righi y el doctor Vergara, donde me sometieron a cirugía a unos de mis glúteos y además empecé con mis terapias kinesiológicas.
La cuenta regresiva:
Pronto me podía ir de alta. De hecho el doctor me dijo que el próximo domingo me podía ir a casa. Llegué ahí y todo estaba adaptado para mí hasta mi pieza era ahora el escritorio de papá porque era en el primer piso. Duró poco mi alegría ya que me dijeron
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