Romanticismo

Dame un poco de razón, para no amarte más.

Como hombres, hemos dejado de lado los sentimientos; hemos dejado de aceptarlos como medio de divulgación de si mismo. Son los sentimientos el reflejo más claro del hombre. Es a través de ellos que se accede a la pureza del ser, pero hemos incluido en nuestro camino impedimentos para mostrarnos tal y como somos, para prevenir a la sociedad de conocernos, “amando” con la razón, no con el corazón, buscando “sistematizar” nuestra vida, para hacerla más “fácil”, porque al dejar de lado los sentimientos, no se está cerca al sufrimiento. La razón es una respuesta al temor del hombre de verse impotente frente a la interpretación de los sentimientos. Por esto mismo es necesario que el hombre entienda el poder de los sentimientos sobre la razón.

El romanticismo nace como una ruptura del pensamiento racional, con él se quiere recuperar la importancia de los sentimientos, de romper con esos parámetros que impiden la libre expresión del hombre, al tener como límites ciertas reglas afectando así las demostraciones de nuestra realidad, generando en nosotros estereotipos, simples imitaciones de una sociedad, impidiendo que el hombre sea innovador, ya que todos estamos subyugados a ser una reproducción del medio en que vivimos, por eso la innovación es tan difícil, lo vemos en todos los aspectos. Podemos tomar como ejemplo el arte. Existe el cubismo, el surrealismo, entre otros, cuando se está en una época sólo se habla de cubismo o de surrealismo, y todas las obras son muy similares, simplemente son reproducciones, pueden ser obras hermosas, pero no hay originalidad y por esto no son tan asombrosas, porque no expresan el sentimiento en su totalidad.

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