San Manuel De Unamuno Y Jugo
Enviado por chalk1323 • 14 de Octubre de 2012 • 1.525 Palabras (7 Páginas) • 493 Visitas
San Martín Bueno, Mártir (Miguel de Unamuno)
Un día, vuelve al pueblecito el hermano de Ángela, Lázaro. De ideas progresistas y anticlericales, comienza por sentir hacia don Manual una animadversión que no tardará en trocarse en la admiración más ferviente al comprobar su vivir abnegado. Pues bien, es precisamente a Lázaro a quien el sacerdote confiará su terrible secreto: no tiene fe, no puede creer en Dios, ni en la resurrección de la carne, pese a su vivísimo anhelo de creer en la eternidad. Y si finge creer ante sus fieles es por mantener en ellos la paz que da la creencia en otra vida, esa esperanza consoladora de la que él carece. Lázaro, que confía el secreto a Ángela, convencido por la actitud de don Manuel, abandona sus anhelos progresistas y, fingiendo convertirse, colabora en la misión del párroco. Y así pasará el tiempo hasta que muere don Manuel, sin recobrar la fe, pero considerado un santo por todos, y sin que nadie, fuera de Lázaro y de Ángela, haya penetrado en su íntima tortura.
La historia en sí es muy bonita, si fuera verdad, quedaría bien, “la historia de un santo que no creía en Dios”, lo que pasa es que el autor no nos asegura a lo último que esto haya existido, aunque nos diga que apenas ha cambiado las palabras de los manuscritos que la narradora, Ángela Carballino le ha dado para que escriba un libro sobre el santo de su pueblo. Me extraña que sea una historia verídica porque creo que sería un escándalo para la iglesia haber proclamado santo a alguien que aunque era buena persona y ayudaba mucho a la gente no tenía fe y no creía en Dios, y lo que es más grabe le decía a la gente que tenían que tener fe y creer en Dios.
Una de las cosas que no me ha gustado del libro es la figura del hermano que viene de América con sus ideas europeas de progreso, revolucionarias y en contra, o por lo menos no creía y pensaba que todo eso era una pérdida de tiempo y que no servía para nada y luego termina venerando la tumba de un cura todos los días y dándoles vueltas todo el día a cuestiones religiosas sobre la vida, prácticamente no sabe ni por dónde anda.
Una de las cosas que no me ha gustado del libro es la figura del hermano que viene de América con sus ideas europeas de progreso, revolucionarias y en contra, o por lo menos no creía y pensaba que todo eso era una pérdida de tiempo y que no servía para nada y luego termina venerando la tumba de un cura todos los días y dándoles vueltas todo el día a cuestiones religiosas sobre la vida, prácticamente no sabe ni por dónde anda.
Algo que también me ha llamado la atención es, que todo el rato están haciendo alusión al lago y a la montaña de Valverde de Lucerna, que no sé si el sitio existirá si quiera, y aun así si es que tiene el lago y la montaña como dicen, si es así parece un sitio un tanto bonito.
La verdad es que este libro es uno de los pocos que he leído y no me ha gustado. El principio se me ha hecho muy aburrido, rollo y largo. Cuando aparece la figura del hermano parece que todo va a cambiar pero al final sigue en la misma línea en la que ha empezado, todo el libro se pasa describiendo a Don Manuel y después a su hermano, por eso es que no tenemos datos para saber cómo era la narradora.
La narradora es una mujer, se llama Ángela Carballino. Escribe la historia de don Manuel Bueno, párroco de su pueblecito, Valverde de Lucerna. Múltiples hechos lo muestran como “un santo vivo, de carne y hueso”, un dechado de amor a los hombres, especialmente a los más desgraciados, y entregado a “consolar a los amargados y atediados, y ayudar a todos a bien morir”.
Sin embargo, algunos indicios hacen adivinar a Ángela que algo lo tortura interiormente: su actividad desbordante parece encubrir “una infinita y eterna tristeza que con heroica santidad recataba a los ojos y los oídos de los demás”. Su madre es una sencilla cristiana de fe inamovible. Vive en un pueblecito de la provincia de Zamora, Valverde de Lucerna, situado al borde de un bello lago, junto a una montaña. El escenario queda sugerido por el maravilloso lago de Sanabria en San Martín de Castañeda, Sanabria, al pie de las ruinas de un convento de Bernardos, y donde vive la leyenda de una ciudad, Valverde de Lucerna, que yace en el fondo de las aguas del lago.
Algunos indicios
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