Seol

Irascible, testaruda y fría…- era uno de los muchos adjetivos con los que describían a Seol.

La nube de sueños y fantasías que tenía desde niña se ve afectada cuando cae en la realidad de que su padre ha muerto y tiene que ayudar a su madre con los gastos.

Pero… alguien le había ofrecido “lo que sea” a cambio de ayudarlo a limpiar su imagen ante el mundo.

¿Qué tan difícil podría ser actuar como si amaras a alguien?

Capítulo 1  Cosas que odio y un imbécil

Odiaba muchas cosas, pero lo que más odiaba era despertarme temprano para tomar el bus e ir a la universidad. Al llegar estaba Suni esperándome con una gran sonrisa y un café en sus manos.

-¿Cómo puedes estar tan feliz a estas horas?- pregunte tomando un sorbo del café.

-Lo que pasa es que no soy tan amargada como tú lo eres, genio- respondió pasando su brazo por encima de mis hombros.- Hoy es un lindo día ¡Animo!

Suni, In Ho y yo habíamos sido amigos desde el primer año de la universidad. Suni era tan atractiva a comparación de muchas chicas de la universidad, pero ella solo tenía ojos para Chan-Young, su amor desde que tenía 16 años, pero por el otro lado estaba In Ho, quien había estado enamorado de nuestra amiga desde el primer instante aunque Suni parecía no darse cuenta.

Mientras el profesor Kang hablaba cualquier cantidad de cosas no muy interesantes de su vida, a mi lado estaba Suni sonriéndole a la pantalla de su celular mientras que a mi otro lado estaba In Ho admirándola “disimuladamente”, era realmente irritante o tal vez era yo era amargada.

-¿Irán a la fiesta de Shi-Ok?- pregunto In Ho llegando a nuestro lado poniéndose en medio de Suni  y yo.

-Tengo que trabajar- me excuse llevando a mi boca una barra integral que Suni me había regalado antes de salir del salón.

-No seas aburrida Seol- se quejó Suni, mientras yo la ignoraba- ¿Tu iras?- le pregunto a In Ho.

-Si tú vas yo voy- dijo como si nada mientras yo le regalaba una mirada burlona. Esto era patético.

-Pásame buscando a las 8- Me voy. Adiós- Se despidió dándonos un beso en la mejilla a cada uno antes de montarse en el auto de su padre.

In Ho y yo seguimos caminando un poco más hasta llegar a la parada, aun sus mejillas estaban rojas por el beso que Suni había dejado en ellas.

-Eres patético- me burle señalando sus mejillas.

-No te burles- me advirtió mirándome mal.

-¿Cuándo le dirás lo que sientes?- pregunte sentándome en la banca junto a él.

-No es tan fácil como crees- suspiro mirando el piso- No puedo ir y decirle que me gusta, sé que ella no siente lo mismo por mí.

-No desistas. Estoy segura de que ella te va a corresponder y serán felices por siempre- dije con voz burlona.

No entiendo por qué no puede decirle que le gustaba. Solo tenía que decir “Suni, me has gustado desde el primer momento”, era tan fácil como eso, ¿No?

-Ahí viene tu autobús, te llamare luego- me despidió con un beso en la frente antes de montarme en el bus y así perderlo de vista a medida de que el bus avanzaba por las calles de Seúl.

El café en el que trabajaba estaba casi vacío a excepción de una pareja de adolescentes que al verlos hacia que vomitara corazones y arcoíris de lo meloso que se veían, y una que otra persona que venía a comprar y luego se iba. Esto era realmente aburrido.

-¿A qué hora termina nuestro turno?- pregunto Susana, una de las chicas con las que trabajaba.

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