Shakespeare
Enviado por gabeed • 7 de Marzo de 2015 • 896 Palabras (4 Páginas) • 223 Visitas
Tragedias
Las obras de William Shakespeare son unas de las obras más aclamadas y alabadas dentro del mundo teatral. Desde comedias como Los dos hidalgos de Verona (1591-1592) a tragedias como Romeo y Julieta (1595), Shakespeare ha creado numerosas obras con diferentes estilos y características implementadas en ellas.
Desde el mismo inicio de su trayectoria, Shakespeare compuso tragedias como Tito Andronico y otras más famosas como Hamlet y Otelo. El autor interpretaba el género de la tragedia como el polo opuesto de la comedia; una representación con un final necesariamente infeliz. El concepto aristotélico de la tragedia, un protagonista admirable pero imperfecto con un público que pueda simpatizar con él, se ha destacado en estas obras de William. La representación insiste en el concepto del libre albedrio; el (anti) héroe decide su futuro de acuerdo con los actos que este toma durante la obra. Por lo usual, el autor termina llevando al protagonista a su inevitable perdición.
Entre las obras de tragedias de Shakespeare se encuentran:
• Tito Andrónico (1594)
• Romeo y Julieta (1595)
• Julio César (1599)
• Hamlet (1601)
• Troilo y Crésida (1602)
• Otelo (1603-1604)
• El rey Lear (1605-1606)
• Macbeth (1606)
• Antonio y Cleopatra (1606)
• Coriolano (1608)
• Timón de Atenas (1608)
Comedias
La dialéctica de un lenguaje lleno de juegos de palabras, y el contraste entre caracteres opuestos por clase social, sexo, género o poder son algunas de las características esenciales de la comedia Shakespeariana. En algunas de las obras su tono era uno burlesco, en otros casos se encontraba un elemento trágico, como en El mercader de Venecia. Por lo general, los finales de las comedias eran festivos y placenteros. La parodia del sexo, el papel del disfraz y el poder mágico de la naturaleza para reparar los daños y heridas ocasionados por una sociedad corrupta y sedienta de codicia son elementos trascendentes en la comedia shakespeariana. Tal como se ha dicho antes, el bufón, un personaje muy popular en la corte de la época, es el elemento inquebrantable sobre el cual el dramaturgo se siente más libre de expresar lo que piensa. Usualmente las opiniones de un personaje con estas características no se toman enserio, es la excusa perfecta para explayarse.
Se estima que la fecha de composición de las comedias de Shakespeare ha de girar en torno a los años 1590 y 1612, como punto de partida y culminación de su labor como escritor.
Entre sus obras de comedia se encuentran:
• La comedia de las equivocaciones (1591)
• Los dos hidalgos de Verona (1591-1592)
• Trabajos de amor perdidos (1592)
• El sueño de una noche de verano (1595-1596)
• El mercader de Venecia (1596-1597)
• Mucho ruido y pocas nueces (1598)
• Como gustéis (1599-1600)
• Las alegres comadres de Windsor (1601)
• A buen fin no hay mal principio (1602-1603)
• Medida por medida (1604)
• Pericles (1607)
• Cimbelino (1610)
• Cuento de invierno (1610-1611)
...