Sonatina” de Rubén Darío

“Sonatina” de Rubén Darío

“Sonatina”, poema escrito por el máximo representante del Modernismo: Rubén Darío, cuenta con una belleza rítmica y recursos complejos que enriquecen su contenido y que ayudan a la compresión del deseo de libertad de la bella princesa cansada de su encierro en un castillo, harta del mundo material y que tiene con el sueño de encontrar algo más allá de lo tangible. Darío, que durante su vida viajó por gran parte del continente americano, en su obra refleja el deseo de volar, de huir, de ver el mundo y sus verdades; refleja cómo por su prisión la vida de la joven dama se va apagando y perdiendo las esperanzas, tal como lo refleja la metáfora: “y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor” donde el vaso es su cárcel y la flor su prisionera.

Tan bello poema está escrito en forma clásica con un predominio de rima consonante y con una métrica de versos alejandrinos de arte mayor, distribuidos en ocho estrofas de seis versos cada uno, esto ofrece una musicalidad a su lenguaje formal, así mismo al mensaje de anhelo por lo que hay afuera de los confines de un mundo falso y perfecto. También se puede apreciar la amplia utilización de adjetivos calificativos como lo son: pobre, triste, pálida, etc. que reflejan la condición anímica de la custodiada; la metáfora como “la libélula vaga de una vaga ilusión” nos dice que la joven sólo sueña que es libre en su mundo fantástico creado por sí misma y que la libera de su prisión de lujos; también vemos la sinestesia: “¡Oh visión dorada de oro, rosa y marfil!” donde se ven sus sueños de ser libre y conocer lo que ofrece el mundo real fuera del palacio, lo que desea realizar.

“Sonatina” se encuentra escrita con un tono de angustia por la prisionera que sabe que su encierro la mata y que sus sueños la hacen querer más que simples objetos, esto lo vemos en la 4° y 5° estrofa por sus palabras apagadas y anhelantes. Todo el poema está escrito en presente ya que la princesa no ve su pasado y sueña con su futuro, sólo puede apreciar lo que tiene en frente y en lo que en el momento siente; observa  su mundo medieval y a su gente interpretando papeles falsos ante los demás, papeles que una flor pura y marchita no podría pretender ser; le preocupa el confinamiento que dentro del pueblo se vive, es un mundo de diversión y objetos preciosos que ciegan a los otros y que les impiden observar lo que delante de sí mismos tienen y que sí es de verdadero valor.

Este poema cuenta con las características de su corriente Modernismo: la libertad, la aristocracia de su personaje, su escrito musical y sus exóticos recursos modernistas que retoman lo medieval como ejemplos: el dragón, el castillo, los arlequines, etc., estos recursos de la Edad Media que se utilizaban principalmente como fin decorativo del Modernismo (Cabrales, 1989). Está claro que el autor utiliza una gran variedad de recursos y métodos que enriquecen su poema y que muestran su mensaje de libertad que la princesa desea encontrar, además de un camino que la suelte de sus cadenas para poder volar hacia el futuro que espera alcanzar.

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