¿TE ATREVES A SOÑAR?

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ESTUDIANTE:  Luz Celeste Restan Ospina

IDENTIFICACIÓN: 1.001.533.059

FECHA: 24/07/21

¿TE ATREVES A SOÑAR?

“La Realidad es aquello que, incluso aunque dejes de creer en ello, sigue existiendo y no desaparece”

Philip K. Dick

A menudo, lo que nos parece más obvio es lo que más ignoramos y desconocemos. Es exclusivo de la condición humana, quizás debido a nuestro orgullo, o más bien porque realmente no podemos entender el mundo que nos rodea. De esta manera, vivimos en el engaño. Casi siempre es más sugerente de lo que es.

La realidad es un pensamiento volátil donde el hombre siempre está en busca de una utopía donde la perfección de comodidad nos encierra en una burbuja de confort alejando completamente la posibilidad de esforzarnos por algo y se destaca manifestando que cuando se trata de imaginar la felicidad se hace evidente y de forma muy clara la pobreza e impotencia del ser humano. Pero, ¿acaso esto es solo un pensamiento del pobre o del impotente?, la verdad es que no, a la mayoría le gusta cuando se acomoda a todo eso que lo rodea y es donde llegan a una zona de confort a tal grado que para ellos está bien quedarse atrancado todos los días en un trancón antes de llegar al trabajo. Entonces como llegamos o idealizamos esta felicidad desde la realidad, ¿nos hace más pobres de imaginación o ricos de ella?

Acaso pensar en cómo alcanzar nuestro éxito sin que suframos tropiezos, como dice Zuleta (1980, p.15) “nos hace tener un ideal tonto de la seguridad garantizada, de las reconciliaciones totales, de las soluciones definitivas”. ¿Es necesario sufrir para ser merecedores de nuestra felicidad y al cansar lo que idealizamos? esto es el pensamiento de alguien que perdió la posibilidad de soñar o nos encontramos ante alguien que alcanzó la cúspide de la sabiduría y nos dice que debemos abandonar la mediocridad de soñar.

Zuleta puede ser definido por Byung-Chul Han en “la sociedad del cansancio”, cómo un hombre que al nacer en medio de una familia de celebres intelectuales se ve forzado a tratar de cumplir y estar a la par de las expectativas de su entorno y adquiere un trastorno por sufrir déficit de atención o síndrome de trabajador quemado.

Chul (2010, p.72) nos muestra, cómo “el exceso de positividad nos está conduciendo a una sociedad del cansancio” y al mismo tiempo hacia el rendimiento porque no nos hemos propuesto un límite, aunque esto conlleve “al cansancio y un agotamiento excesivo” donde no hay lugar para la negatividad ni la imaginación o una zona de confort; sobre cómo nos han convencido de que podemos y tenemos, porque ya no son deberes sino obligaciones donde alcanzar nuestros objetivos no existe la palabra “fracaso”. “Un estilo de vida que consigue, precisamente, todo lo contrario: una sociedad de depresivos y fracasados”. Nos encontramos ante una obra que plasma a la perfección las paradojas y contradicciones de nuestra sociedad.

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