Taller de lectura y redacción con iniciación a la investigación documentada
Enviado por curincita07 • 20 de Abril de 2017 • Reseña • 1.679 Palabras (7 Páginas) • 317 Visitas
Colegio de Ciencias y Humanidades plantel Sur.
Alumna: Mariana Guadalupe Trujillo Curincita
Grupo: 227-A
Profesora: María Teresa Yeni Briones Saldaña.
Asignatura: Taller de lectura y redacción con iniciación a la investigación documentada
Nos vamos de paseo a Paseo de la Reforma.
Sin duda Paseo de la reforma es una de las avenidas más emblemáticas de la ciudad de México, que en solo 14.7 Km refleja la cultura y la historia mexicana, y se ha convertido en una de las avenidas turísticas más importantes. Pero antes de serlo, estaba llena de llanos extensos de sembradíos de maíz, trigo, cebada, y haciendas extranjeras con grandes arboledas.
Fue a principios del siglo XIX, cuando el emperador de México Maximiliano junto con su esposa , la emperatriz Carlota, se instalaron en el Castillo de Chapultepec, entonces fue necesaria la construcción de un camino que se comunicara de forma directa con la ciudad de México.. Además con el propósito romántico de que la emperatriz Carlota pudiera ver a su marido por las ventanas del catillo, cuando él se iba a sus viajes.
Maximiliano encargó la construcción y el diseño a Ferdinand Von Rosenzweig. Con el proyecto Maximiliano buscaba imitar el estilo de las capitales europeas,
El proyecto original solo incluía una glorieta que marcaría aproximadamente la mitad del trayecto, y la creación de un gran bulevar que arrancara desde la Glorieta del Caballito (hoy cruce de Paseo de la Reforma y Bucareli) hasta la entrada al Bosque y Castillo de Chapultepec.
El nombre que se le había dado originalmente era Avenida de la emperatriz, haciendo alusión a la historia de amor, pero como la mayor parte de la construcción ocurrió durante el Porfiriato, en una época de reformas que transformaron el país y lo enriquecieron, se le cambió el nombre a Paseo de la reforma. [1]
Y ahora, en estos días, sobre esta importante avenida, en las inmediaciones del Museo Nacional de Antropología se encuentra exhibida la exposición de esculturas de Salvador Dalí, la exposición se titula: “Dalí: Sueños urbanos”. Las obras originalmente se exponen en el Museo Saumaya y son propiedad de la Fundación Carlos Slim.
Todas las piezas exhibidas son de la corriente surrealista, característica de Salvador Dalí, las piezas fueron creadas en un contexto histórico entre 1970 y 1785. En ellas se expresa la relación de los sentimientos humanos con los secretos que se guardan, igualmente la importancia del tiempo en la vida de cada ser humano[2].
Salvador Dalí nació un 11 de mayo de 1904 en Figueras (España). Su atracción por la pintura llegó cuando solo tenía 12 años gracias a unos amigos de sus padres, la familia Pichot., y en específico a la figura de Ramón Pichot, Dalí descubrió el impresionismo.
A los 18 se trasladó a la Residencia de Estudiantes de Madrid para estudiar en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Donde fue expulsado en 1926.
Un año más tarde, en 1927, viajó a París, donde conocería a Pablo Picasso. Esa ciudad, además, vería florecer el surrealismo de Dalí. En 1929 conoció a la que sería su gran amor y musa, una inmigrante rusa 11 años mayor que él conocida con el nombre de Gala.
En 1931 pintaría uno de sus cuadros más famosos: “la persistencia de la memoria” para esta obra su inspiración fueron trozos fundidos de queso.
En 1949 vuelve con su esposa a Cataluña, donde permanecieron hasta sus últimos días. En este último período de su vida y su trabajo artístico estuvo especialmente relacionado con la ciencia, la religión y otras actividades creativas. Hasta que murió el 23 de enero de 1989.[3]
Este es el relato de un día en la exposición de Dalí, un combinación perfecta para disfrutar de nuestra ciudad, la cultura y el arte, empezando por el recorrido que se debe hacer para llegar a la Avenida Paseo de la Reforma. El día dos de abril del año en curso, un día normal y soleado, me puse en camino al encuentro de esta exposición, para ser domingo había bastante transitado, en esta ciudad tan llena, las avenidas parecían estar plagadas de hormiguitas que realmente eran autos, por la ventana del carro veía las banquetas llenas de flores de jacarandas, y por primera vez contemplé conscientemente la edificación de la ciudad, y todas las historias que estas calles contarían si pudieran hablar.
Ya llegando a Paseo de la Reforma había muchas personas que caminaban por las banquetas de un lado a otro, todos acompañados, por su familia, por su pareja, o por amigos e incluso algunos llevaban con sigo a sus mascotas, caminaba en grupos grandes y habían personas de todas las edades, todos con un semblante de alegría en el rostro, y de intriga por lo que podría depararles continuando su recorrido.
Me bajé del auto justamente en el Museo Nacional de Antropología, (aproximadamente a la 1:00 pm) a sus afueras estaba lleno de puestos muy coloridos que vendían alimentos tan apetitosos, que no pude evitar comprar un rico coctel de fruta con mango, piña y naranja con crema chantillí, miel y chispitas de chocolate, pero vendían una gran gama de cosas como algodones, gomitas, dorilocos, chicharrones preparados, helados, dulces, refrescos, tlayudas, etc. Pero además de esto, como estaba justo en la conexión con el zoológico de Chapultepec, no podían faltar los llaveros con una foto con animalitos, o las diademas con orejitas de algún animal, al igual que una gama de juguetes para niños, en estos puestos había una gran saturación de personas, que complacía a sus niños con la intención de verlos felices.
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