Tema: La importancia del juicio en la obra “El lector”
Enviado por luis200773 • 9 de Agosto de 2017 • Ensayo • 1.260 Palabras (6 Páginas) • 246 Visitas
Tema: La importancia del juicio en la obra “El lector”
Introducción
Bernhard Schlink, un escritor juez y profesor alemán, reconocido por sus escritos trágicos que se centran principalmente en el cuestionamiento moral colectivo dentro de una sociedad alemana, identificándose en la corriente científica europea del instrospeccionismo[1] y al mismo tiempo en el simbolismo, ubica sus escritos en la “literatura democrática- histórica”[2], que acorde con las inquietudes y vivencias del hombre de su época, irrumpe en el año de 1995 en el panorama literario alemán con la novela “El lector”, parcialmente autobiográfica e inmersa en un profundo proceso de introspección psicológica, en donde el tema se desarrolla en torno al holocausto, la culpa y la vergüenza que conllevan los alemanes sobre su pasado nazi, hecho que sobre cae ante la relación de Hanna y Michael, cada uno a su manera luchan contra su realidad generando conflictos en los que el deseo y el deber pugnan entre sí. Pero, sobre todo, movidos por la culpa y el recelo, el sentimiento se apodera inexorablemente de sus corazones.
Este trabajo se centrará en la importancia del juicio al momento de dictaminar a los culpables, por ello se toma en cuenta los siguientes aspectos: las concepciones ideológicas contrarias, la ruptura generacional entre los jóvenes post-nazismo con sus padres y el conflicto moral. Se presentan como las principales variables, que muestra los entresijos de la sociedad alemana post- nazista.
Desarrollo
Bernhard Schlink, destaca la contrariedad existente entre las ideologías que se presentan durante el juicio, en dos épocas bien definidas: la Alemania nazi donde se desenvuelve Hanna y la Alemania liberal propia de Michael. Durante el juzgado, se exhibe la constante acusación a Hanna por parte del tribunal dando a revelar que su forma de concebir la justicia es completamente liberal, es decir, juzgándola por sus acciones y no por el motivo de las mismas, ya que se la acusa no solamente por haber sido guardiana de la SS, sino también por declararse nazista al momento de aceptar los cargos “Hanna quería dejar las cosas claras, (…) contradecía con terquedad y admitía sin empecho”[3] , esta expresión abrió paso para que el tribunal la calificara como una mujer de una escrupulosidad sin escrúpulos en el cumplimiento del deber ya que viéndolo desde la perspectiva rígida y aparentemente imparcial de éstos, era fácil juzgar a la generación que había servido de aquellos guardianes y esbirros o los que simplemente se mantuvieron al margen, sin embargo, la concepción de Hanna acerca del nazismo representaba un compromiso con su patria y a la vez una obligación que debía cumplir o por el contrario morir.
Por otra parte, Schlink también hace referencia a la ruptura generacional entre los jóvenes post-nazismo con sus padres, aquí la palabra clave es “revisión del pasado”, ya que el sentimiento de culpabilidad se presenta durante toda la obra, especialmente en el juicio: la que siente Hanna por sus actos cometidos durante el holocausto, la de Michael por haber dejado escapar al amor de su vida, y la que tienen que tolerar los jóvenes alemanes por el recordatorio de los nefastos hechos acontecidos durante la etapa nazi que fueron ejecutadas por sus ascendientes “ ¿Cómo debía interpretar a mi generación, la de los nacidos más tarde, la información que recibíamos sobre los horrores del exterminio de los judíos? (…) ¿es ese nuestro destino: enmudecer presa del espanto, la vergüenza y la culpabilidad?”[4] En este cuestionamiento, Michael presenta todo un dilema moral: los sentimientos de culpa, angustia, odio y sobre todo vergüenza que arrastra la generación de la posguerra, poniendo en manifiesto el trauma que para las generaciones posteriores supuso y aún supone el holocausto. Michael forma parte de esta generación avergonzada, de ser descendientes directos de tantos que, de una forma u otra, colaboraron con el genocidio o, simplemente, lo permitieron o no hicieron nada. De esta manera aislarse de sus padres y dictaminarlos a la vergüenza eterna por sus actos cometidos en el Tercer Reich significa para Michael una forma de sentirse menos culpable.
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