Tiburopulpo

Tiburopulpo

Durante la creación del universo, a miles de kilómetros y en las profundidades del océano pacifico, precisamente en las costas de Coquimbo se dice que vivió un animal de aspecto extraño, mitad Tiburón y mitad pulpo de unas 20 toneladas de peso; “Tiburopulpo” era muy poderoso, representaba el poder hacia sus cercanos, este solo se dejaba ver cuando “George”, Dios de las profundidades del Mar lo invocaba cuando se sentía en problemas para pedir de su ayuda.

Una noche de tormenta, en las profundidades del mar se sintió un movimiento telurico, los peces y demás animales marinos nadaban desesperados de un lado a otro; George no podía entender lo que sucedía en ese momento, cuando detrás de la arena se asomaba “Melvin”, ex amigo del Dios George que se habían distanciado hace muchos años, cuando George fue nombrado Dios de las Profundidades del Mar, fue ahí cuando uno de los dos iba a ser escogido por el Máximo Dios de los Océanos para gobernar las Profundidades. Ahí fue escogido “George” ya que cumplía con los requisitos propuestos del Máximo Dios. La molestia de Melvin era evidente, el sentía que tenía más aptitudes, él quería ser el Dios para así vender la única especie jamás vista de Tiburopulpo y el cual era valorizado como uno de los tesoros más caros dentro de la Fauna Animal.

Melvin quería quitarles su reinado a todas costas y para eso necesitaba que George no tuviese apoyo ni protección de otros animales marinos y no encontró una mejor idea que poner mal a George con los animales marinos, inventando que la estrategia de protección para ellos era mentira y que solo le importaba la destrucción de las profundidades y todo lo que ahí se encontraba, además invento querer vender a Tiburopulpo para beneficiarse esto fue haciendo eco a los demás animales.

George no comprendía por que los animales marinos lo miraban con odio y prácticamente le hacían el vació. Llegó a odios de Tiburopulpo la supuesta idea que tenía George de venderlo y acabar con las profundidades: esto provocó tristeza y desilusión ya que lo consideraba como un amigo. El Máximo Dios de los Océanos al enterarse de la supuesta idea que tenía George, decidió destronarlo y entregar las profundidades a Melvin. George no podía creer lo que estaba sucediendo y menos comprender que su gran amigo Tiburopulpo no creyera ya en él; pero esta no fue una razón para no luchar, George sacó fuerzas y se propuso demostrar su inocencia. Fue entonces cuando Tiburopulpo recordó a su amigo, sabía que era imposible cometer los delitos del cual lo acusaban y decidió enfrentar al nuevo Dios Melvin delante de todos los animales y así comprobó que George no mentía ya que siempre este fue leal y con todo el poder que tenía Tiburopulpo logró demostrar la fidelidad de George, destronando a Melvin.        

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