Trabajo Obra Viaje Al Centro De La Tierra

El 24 de mayo de 1863, el profesor Lidenbrock regresó a su casa ubicada en el número 19 de Konigstrasse, en Hamburgo. En casa Martha su criada preparaba la comida, pero Lidenbrock pasó directamente a su gabinete. Luego el profesor llamó a su sobrino Axel, quien era muy obediente y lo siguió. Ya en su despacho, el profesor se sentó en su sillón de terciopelo, tenía un libro el cual contemplaba con admiración. Aquel libro se trataba de Heims-Kringla, de Snorre Turleson un famoso autor islandés del siglo XII.

Un viejo y grasoso pergamino cayó de aquel libro, el profesor se inclinó para alcanzarlo, el pergamino contenía muchas letras en desorden que probablemente formarían una frase. El profesor observó una supuesta mancha en él, ajustó el lente de su lupa y descubrió que decía Ame Saknussemm, el nombre de un sabio islandés. Mientras el profesor intentaba descubrir su sentido, Axel pensaba en su gran amor Grauben, era una muchacha rubia, de ojos azules, de carácter serio y grave.

Tras horas de duro trabajo el profesor con rabia se marchó, y Axel para ocupar su tiempo intentó descifrar el mensaje y lo pudo lograr pero estaba muy nervioso por lo que comunicaba, intentó quemar el pergamino pero el profesor llegó. Lidenbrock continuó su trabajo y Axel durmió profundamente. Al siguiente día el profesor seguía trabajando pero agotado decidió abandonarlo, Axel buscaba modos de retenerlo y viendo que no lo conseguía decidió decirle la clave, la cual era “baja por el interior del cráter del Yocul de Sneffels, que la sombra del Scartaris acaricia, antes de las calendas de julio viajero audaz, y llegarás al centro de la Tierra. Lo que yo he hecho Ame Saknussemm.” El profesor saltó de alegría y dijo a Axel que hiciera su maleta. Axel estaba confundido pues no quería ir a ese viaje, pero Grauben lo animaba para participar de él.

Llegó el día de partida, el coche los dejó frente a la estación, donde tomaron el tren y luego de tres horas llegaron a Kiel. Al siguiente día partieron a Islandia donde el profesor Thomson los recibió amablemente y les dio posada en su mansión. Lidenbrock tenía todo listo para el viaje, los acompañaría un cazador de patos quien sabía todo el recorrido y llevarían cuatro caballos, dos para Axel y Lidenbrock y los otros para el equipaje. Llegó el momento de marchar y Axel estaba muy animado, Hans el cazador iba adelante abriendo el paso de Axel y el profesor. Luego de varias horas de recorrido llegaron a Gardar una aldea danesa, donde pasaron la noche.

Tras un largo recorrido el sábado 20 de junio llegaron a Budir una aldea ubicada a la orilla del mar, donde vivían los familiares de Hans y se alojaron en su casa. Al siguiente día llegaron a Stapi, una aldea hecha en plena lava bajo los rayos del sol reflejado por el volcán. Era la última etapa del viaje, los caballos ya no les servirían y contrataron a dos hombres quienes llevarían el equipaje. Luego de tres horas llegaron a la base de la montaña e iniciaron a escalar. Al llegar a la cima, luego de grandes dificultades, se refugiaron en el cráter donde pasaron la noche.

Al siguiente día iniciaron a bajar dentro de la gran montaña. Al medio día ya habían llegado. Sobre ellos estaba el orificio superior del cono; el profesor observaba cuidadosamente el interior de la montaña, de repente gritó de alegría al ver que en una roca decía el famoso nombre de “Ame Saknussemm”. Ya era 25 de junio y el sol no aparecía, Lidenbrock estaba desesperado, el 26 tampoco apareció.

Por fin el 28 de junio el sol dio sus primeros rayos tras tres días consecutivos de fríos y neblina intensa. Tras este hecho el profesor concluyó que debía bajar por la chimenea central y continuó su recorrido; luego de tres horas de descenso no se podía hallar el fondo del abismo. Hans dio la orden de detenerse para cenar y dormir pues la única salida era una especie de corredor que giraba hacia la derecha. Luego de un profundo sueño continuaron el recorrido por un túnel causado por la última erupción. En su recorrido el camino se dividió en dos, el profesor decidió que tomarían el del este.

En su trayecto encontraron una mina de carbón, todo iba bien hasta que un gran obstáculo se atravesó en el camino, no había salida, tendrían que devolverse. Axel estaba muy preocupado pues el agua se estaba agotando. Decidieron pasar la noche ahí y al día siguiente retroceder. Cuando llegaron de

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