Trabajo escrito momo michael ende

Resumen

A las afueras de una enorme ciudad, se encontraba ubicado un viejo anfiteatro, el cual nunca había tenido mucha audiencia por así decirlo, por lo cual solo sabían de su ubicación los locales de la zona.

Un día como cualquier otro, empezó a correr un rumor de que alguien se encontraba viviendo en un hoyo en las antiguas ruinas de este anfiteatro y este alguien era una niña de atuendo bastante descuidado, vestía una falda larga y un chaquetón de hombre bastante grande, la cual al inicio causó gran impacto, pero muy rápido las personas del alrededor la acogieron a tal punto que en aquel hoyo en el que fue hallada, se le acogió un tipo de hogar en el cual todos sus vecinos participaron adaptándole cosas como; una cama, una mesita con sillas hechas de cajones, una cocina, y algunas otras cosas más.

Momo era muy querida por todos porque tenia un don que la hacía única y este don era escuchar, al escuchar a las personas contarle sobre sus problemas, les hacia tener buenas ideas para solucionarlos, como en aquella vez que dos de sus amigos tuvieron una discusión bastante fuerte, todos les aconsejaron ir a visitar a Momo para que ella los escuchara y arreglaran por fin su mal entendido, y así fue, después de un largo rato lograron solucionarlo y salieron felices de allí, o como aquella vez que el canario no quería cantar, Momo escucho su silencio durante una semana completa y por fin volvió a escucharse esa dulce melodía. Esta era la razón por la cual todos la querían además de que era una niña muy dulce.

Los mas entusiasmados con la llegada de Momo eran los niños, ya que desde que estaba ella su imaginación era inmensa y cada día jugaban un juego diferente, y esto no era porque Momo propusiera los mejores juegos, si no que se limitaba a escuchar sus ideas y a participar en aquellos juegos inocentes, como por ejemplo, cuando jugaron a ser una gran embarcación sobre mares excesivamente peligrosos  y además enfrentaron a una bestia marina que asechaba por la zona hacia muchísimo tiempo, este tipo de juegos eran únicos y divertían tanto a los niños que no se daban cuenta de cómo corría el tiempo.

Momo tenia dos mejores amigos los cuales eran Gigi cicerone y Beppo Barrendero, los cuales eran personas bastante opuestas, pues mientras Gigi era un joven charlatán que disfrutaba engañar a los turistas con sus alocadas historias imaginarias, además de que no pensaba para hablar y no se callaba nunca, Beppo era totalmente lo contrario, pensaba muchísimo tiempo para responder a una pregunta, y era muy callado, su lema para barrer era: “paso, inspiración, barrida, paso, inspiración, barrida…” y decía que así cuando se daba cuenta ya había terminado de barrer y no se encontraba para nada agotado, pero aunque fuesen bastante diferentes, los tres eran grandes amigos; a Momo le gustaba sentarse con Gigi a que le contara historias, ya que las que le contaba a ella eran únicas, es decir no se las contaba a nadie más y la divertían bastante, era algo muy especial para ambos.

Un día a una peluquería llegó un hombre bastante gris, atuendo gris, sombrero gris, maletín gris, hasta su cigarro era de este color, el peluquero el cual se llamaba Fusi muy amablemente lo saludó y le pregunto si necesitaba algún corte, o algún servicio, por lo que inmediatamente se disculpo al ver su cabeza calva, este hombre empezó a hablarle sobre el tiempo que este buen peluquero había desperdiciado, y además le dio una gran oferta de tiempo si decidía ahorrar sus preciados segundos en la caja de ahorros del tiempo, el simplemente tenia que hacer las cosas mucho más rápido para ahorrar tiempo y del resto se encargarían ellos, el señor Fusi totalmente engañado con esta increíble promoción aceptó, pero luego dicha conversación con este hombre gris se le olvidó y simplemente empezó a ahorrar tiempo porque si y ya.

Pero no fue con el único que sucedió esto, al pasar de los días, muchos de los amigos de momo ya no tenían tiempo para venir a verle, porque ahora trabajaban excesivamente para ahorrar tiempo, por lo cual tanto Momo como Gigi se empezaron a preocupar, porque esto nunca había pasado con sus amigos, además de que cada vez llegaban mas niños a jugar al anfiteatro y la razón era que sus padres ya no tenían nunca tiempo para ellos, por lo cual salían a desaburrirse con unos juguetes que para momo resultaban bastante extraños, porque era bastante aburrido jugar con ellos y no se les podría querer.

Un día en el que momo llegaba a su casa, encontró en las gradas del anfiteatro una muñeca bastante bonita, y pensó que era uno de los juguetes caros de los niños que venían recientemente, pero no recordaba haberla visto antes, la muñeca era bastante grande y decía algo así como :” soy la muñeca perfecta, soy tuya, todos te envidiarán, quiero más cosas” y a Momo le pareció bastante curioso que hablara, por lo cual la llevo a su casa, y allí intento darle mas cosas, pero se dio cuenta de que la muñeca no paraba de decir siempre lo mismo, por lo cual decidió devolverla afuera de su casa, justo cuando salió un voz cenicienta le dijo

-De seguro no sabes jugar con tan bonita muñeca, quieres que enseñe- a lo que Momo respondió simplemente moviendo la cabeza en sentido de afirmación; el hombre gris empezó a darle muchos artículos para la muñeca, como por ejemplo, vestidos, bolsas, y después le dio un novio para la muñeca, luego unas amigas y así llenó el anfiteatro de muchas muñecas, luego le dijo -te doy todas estas muñecas a cambio de que no vuelvas a ver a ninguno de tus amigos- a lo cual Momo se negó diciéndole a este hombre que a las muñecas no las podía querer como a sus amigos y finalmente con su forma de escuchar y negarse a los chantajes, el hombre gris explotó y le dijo todos sus verdaderos planes de apoderarse del tiempo de las personas, de lo cual luego se arrepintió y al irse volaron todas las muñecas a la cajuela de aquel coche, y desapareció rápidamente, Momo quedó perpleja por lo que había ocurrido por lo cual cuando llegaron Gigi y Beppo les contó todo, luego de pensar un rato en que debían hacer, Beppo se despidió y se fue a trabajar, sin importar que fuera domingo en la noche, enseguida Gigi también se despidió y se fue igualmente a trabajar cuidando un deposito de chatarra de los ladrones, y Momo se quedó sola aún sentada en las gradas de aquel viejo anfiteatro; al terminar de trabajar Beppo se quedó un rato más en el basurero, donde sin querer se quedó dormido, luego, fue despertado por un frio penetrante, y se dio cuenta que estaba presenciando una asamblea de los hombres descritos por Momo, en la cual estaban sentenciando a uno de ellos, el cual estaba acusado de contarle a Momo sus  verdaderas intenciones, y al  ser hallado culpable, lo hicieron desaparecer quitándole el cigarro y se armó una persecución para hallar a Momo, Beppo al escucharlo, tomó rápidamente su bicicleta y se dirigió al anfiteatro, pero al llegar solo encontró su casa destrozada, por lo cual pensó que la habían logrado atrapar y corrió a contarle a Gigi el cual trató de tranquilizarlo.

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