Un Ensayo Sobre El Ensayo

UN ENSAYO SOBRE EL ENSAYO

A lo largo del tiempo se ha escrito sobre un gran abanico de temas que paralelamente se iban alternando con las distintas formas en que eran escritos, estas particularidades al escribir, pronto se fueron agrupando en los géneros literarios que conocemos hoy en día. No obstante, dentro de esta sistemática clasificación, surgió un imprevisto ¿Cómo clasificar lo “general”? y más aún ¿Cómo definirlo?

En primer lugar, el problema de la clasificación radica en que no se encuentra un elemento o una combinación única de elementos que diferencie este género literario. Si bien se sabe que en un comienzo estos primeros ensayos estaban a merced de ser puestos dentro de cualquier otro género debido a alguna característica compartida, no dejaba de inquietar que nunca se ajustaran completamente, dicho de otra forma, la definición del ensayo resulta ser “una teoría que se ajusta al experimento”.

“Las palabras, al igual que las costumbres, están sujetas a la tiranía de las modas. En nuestro siglo, y con especial énfasis en los últimos años, tanto los escritores como los editores han dado en denominar "ensayo" a todo aquello difícil de agrupar en las tradicionales divisiones de los géneros literarios. Si a esto unimos la vaguedad del término y la variedad de las obras a las que pretende dar cobijo, no debe extrañarnos que las definiciones propuestas se expresen sólo en planos generales.”(Gómez, 12)

Una aproximación alegórica a la segunda interpelación, es la que toma como punto partida el significado mismo de la palabra ensayo: “El doble significado de "prueba" o "intento" implícito en el término ensayo y el hecho de que no se pretenda agotar el tema tratado, ha motivado que esta característica, tan única del género ensayístico, dé pie para considerarlo, despectivamente, como fragmento o comienzo inexperto y vacilante.” (Gómez, 68), además Gómez caracteriza el ensayo al decir que este tiene una condición subjetiva y que es “…este subjetivismo el que paradójicamente causa la ambigüedad y la dificultad en las definiciones…” definiciones que aún siguen en vilo.

En resumen, el problema de una definición concreta para este género no ha sido impedimento consecutivo de su libre desarrollo, al contrario una extensa variedad de campos le han permitido al ensayo convertirse en una herramienta muy útil a la hora de argumentar una idea o simplemente extenderse en el subjetivismo de un tema. El ensayo además de comportarse de manera subjetiva tiene un componente argumentativo que suele aparecer inopinadamente “…en cada una de las partes en que se articula el discurso, ya incluso en el exordio.”(Casas, 49), además afirma que dicha “presencia de algún modo de argumentación es consustancial al archigénero…” (Casas, 49), sus aserciones respecto al tema son de corroboración inmediata

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