Un Hombre Muerto A Puntapiés

Lectura y análisis: Describir los cuatro componentes esenciales de la narración

Tiempo:

El tiempo de esta primera secuencia es anterior al desenvolvimiento de la acción, que se genera a partir del hecho acaecido el día “13 de enero”, según informa el Diario de la Tarde, “a las doce y media aproximadamente”. Cuando el narrador-personaje protagonista de la acción principal lee esta noticia es el día después, la crónica roja del diario empieza con estas palabra “Anoche”. En el siguiente párrafo de la noticia se introduce ya en el día en que comienza el relato: “Esta mañana”.

“Esperé hasta el otro día en que hojeé anhelosamente el Diario, pero acerca de mi hombre no había una línea. Al siguiente día tampoco. Creo que después de diez días nadie se acordaba de lo ocurrido entre Escobedo y García”. Ésta es la última referencia temporal del texto. A través de ella comprobamos la persistencia del narrador en esclarecer los hechos, no comienza a investigar un día después. Habrá de pasar diez días para que la acción del narrador se inicie.

Después de largas explicaciones me dijo, rascándose la frente: […]” El tiempo parece haberse detenido en un único día, el comisario puede ofrecer pocas respuestas útiles al narrador.

Espacio:

En cuanto al espacio donde se desarrolla la agresión por la que se interesa el narrador, se nos sitúa “entre las calles Escobedo y García”. Después se condujo al herido a la Policía”.

No hay ninguna referencia explícita a la situación espacial del personaje, pero podemos suponer que se encuentra en su casa. Esto podemos corroborarlo con la presencia de un pronombre posesivo de primera persona del singular que encontramos en “Desalentado, tomé el Diario de la Tarde, de fecha 13 de enero, no había apartado nunca de mi mesa el aciago Diario”.

Continuamos en el espacio doméstico del narrador. Podemos imaginarlo en un estudio donde no deben faltar los libros de Aristóteles ni el de Bacon.

El investigador ha salido de casa con el fin de hallar pruebas: “Para esto, me dirigí donde el señor Comisario de la 6ª quién podía darme los datos reveladores”.

Se nos sitúa en el espacio donde vivía el agredido: “habitaba en un modesto hotel de arrabal”; para pasar al lugar donde se enciende el deseo del agredido que lo llevará a la muerte: “mientras comía en una oscura fonducha”, “En una ciudad extraña para él”. Al salir, “Anduvo casi desesperado, durante dos horas, por las calles céntricas”, “Al llegar a la calle Escobedo ya no podía más”. Por eso, “arrimóse al muro de una casa y esperó”. “Entonces, después de andar dos cuadras, se encontró en la calle García”, espacio donde tendrá lugar el trágico suceso.

Personajes:

Octavio Ramírez un extranjero de 42 años y de apariencia mediocre. Un poco alto, grueso y de carnes flojas. Tenía una larga y extraña nariz, de bigotes largos y caídos, barbilla en punta y cabello lacio y alborotado. Vivía en un modesto hotel y de sus rentas muy escasas. Había tenido desde pequeño una desviación de sus instintos.

Celador de Policía N° 451 hacía el servicio de esa zona, encontró, interrogó y llevó a la comisaría a Ramírez.

Doctor Ciro Benavides médico que atendió al herido en la comisaría.

Comisario de la 6ª autoridad policial, un poco alto, grueso, dientes amarillos. Ha practicado las diligencias convenientes, pero no ha logrado descubrir nada acerca de los asesinos.

Muchacho de catorce años al que Ramírez trató de seducir.

Epaminondas un obrero de cuerpo robusto y alto, padre del muchacho. Hombre que golpeó a Ramírez.

Narrador:

El narrador (protagonista) tras sentirse atraído por el título de un artículo que apareció en el diario de su ciudad. “Un hombre muerto a puntapiés”. El tema le resulta tan gracioso e irónico que es lo que siembra en él el deseo y obsesión por descubrir qué pasó con aquel hombre aquella noche y conforme se desarrolla el cuento se va viendo como el narrador

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