Un Lento Despertar Que Conduce Hacia La Fantasia
Enviado por • 15 de Mayo de 2014 • 724 Palabras (3 Páginas) • 176 Visitas
Podríamos decir en pocas palabras que La literatura infantil es un término nuevo, no tiene mucho tiempo de encontrarse en el mercado, consolidada como tal; si hacemos un análisis desde sus orígenes este tiene mayor influencia a mediados del siglo XX, cuando comienza el florecimiento del romanticismo, se puede decir que este tipo de literatura era considerada de poco comercio por lo que los escritores no enfocaban su lente hacia ella.
Para el siglo XVII se presenta un bosquejo de literatura infantil considerándose en estos días como prototipo de cuento, mito y leyenda es aquí donde los escritores deciden buscar entre campesinos e indígenas sus tradiciones orales y recolectarlas, luego las clasifican en: cuentos, mitos, leyendas, trabalenguas etc.
Nuestro país es considerado en atraso en cuanto a la literatura, incluyendo la infantil y la juvenil; si estudiamos detenidamente los orígenes de esta, encontramos que su boom nace en los años 70 cuando la sociedad está en su mayoría alfabetizada y las editoriales deciden invertir en este campo, recordemos que la literatura es propagada cuando llega al país la imprenta, es en esta época cuando se da un florecimiento en el consumo de libros, los escritores comienzan a ver el mundo infantil como berroche de fantasía donde desbordan una gran imaginación y por fin piensan en los más pequeños, aunque sus inicios no son los mejores pero se deja reflejado el despertar del letargo en el cual estábamos sumidos, nuestra cultura es extensa y hermosa pero si nuestros escritores no tratan de rescatar nuestro legado este desaparecerá.
Uno de los objetivos de la literatura infantil es propagar la cultura y los valores, y lo encontramos en los escritos de Esopo, de Rafael Pombo entre otros esta clase de literatura despierta en los nuevos lectores un mundo de inquietud y aventuras por medio de estas lecturas fantásticas se le incentiva a esta sociedad a tener un hábito de lectura, se les motiva a enriquecer su vocabulario el cual debe mejorar a medida que se hace extenso su deseo por tener un libro en sus manos y saborearlo a medida que la trama avanza.
Pero ¿hay hábito de lectura en nuestros días? Como futuros docentes estamos en el compromiso de motivar y fomentar la lectura en las aulas de clase recordemos a uno de nuestros precursores de la literatura infantil Rafael Pombo se inició como escritor a la edad de 10 años con su primer escrito aserrín-aserrán de igual forma tenemos a José Asunción Silva quien se inició como escritor a la misma edad y estos ejemplos nos dejan claro que estos niño tuvieron una buena educación, orientación y dedicación en cuanto a la lectura; claro está hay que tener en cuenta que él fue educado en Europa y que la educación y cultura de ese país es más avanzada que la de aquí; pero eso no quiere decir que nosotros no podamos sacar de nuestras aulas poetas, escritores de famosas novelas, un ejemplo muy claro
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