Una Desepcion Amorosa

Una decepción amorosa

Gabriela Betancourt era una joven de clase media, hermosa e inteligente. Un día se dirigía a casa de su tía en la ciudad de Tela, esperaba un taxi y este no llegaba cuando de repente un coche pasa en frente de ella y la salpica toda de agua, ella se indigna bastante y empieza a gritarle un sin número de cosas al señor del carro, él se baja de vehículo y le pide disculpas a la joven, le ofrece llevarla a su casa, ella se niega pero él insiste hasta ella aceptar.

De camino la joven va impresionada con aquel hombre, pues era muy educado y la educación era algo a lo que ella le daba bastante importancia. Intercambian números telefónicos, quedan de encontrarse al día siguiente. Arturo, asi se llamaba el, pasa por Gabriela, la lleva a cenar a un restaurant italiano, pasando una velada muy agradable, para terminar la noche se dirigen a al Malecon de la ciudad. Apreciban la luna.

-Es la luna más hermosa que jamás había visto. Expreso Gabriela

-Tienes toda la razón, es hermosa, tanto que pareciera que nace del mar. Dice Arturo

Ella se sentía en confianza, y no sabía cómo explicar tal cosa, si a este hombre apenas tenía un día de conocerlo, miraba sus ojos color miel, ojos como el mar que la envolvían en una sensación fascinante. Sin darse cuenta termino en sus brazos, en un beso profundo. Se hizo tarde, sin ellos notarlo, es como si el tiempo hubiese se hubiese desvanecido sin más, Arturo llevo a Gabriela a la casa de su tia y se despidieron.

La chica, apenas pudo dormir aquella noche, pues no dejaba de pensar en aquel hombre, era tan distinto a los demás que en su vida habían estado. Al día siguiente él le envía un mensaje de texto, agradeciéndole el momento tan agradable que le había brindado y asi pasaron muchos días mas, entre salidas, largas platicas, mientras se enamoraban uno del otro, tal pareciera que fuesen el uno para el otro, compartían gustos de lectura, musicam arte, Gabriela sentía que el había llegado a complementar su vida.

Una noche sentados en el valcon de la casa de Ana -la tia de Gabriela- , ella le pregunta:

-¿Tienes hijos Arturo? ¿Alguna vez te has casado?

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