VIDA Y OBRA DE INÉS ARREDONDO.

VIDA Y OBRA DE INÉS ARREDONDO

Elementos biográficos sobresalientes

Inés Amelia Camelo Arredondo nació en Culiacán, Sinaloa en 1928. La primera de nueve hermanos, sus padres Mario Camelo Vega e Inés Arredondo Ceballos eran dueños de un hospital en Culiacán y juntos trabajan ahí. Su padre era médico mientras que, su madre aprendió el oficio de enfermería aún cuando su esposo no estaba de acuerdo. Como sus padres siempre estaban ocupados, en el verano Inés y sus hermanos se iban a visitar al abuelo materno don Francisco Arredondo, era el administrador de la hacienda Eldorado. Inés era muy apegada a su abuelo, quien siempre le inculcó a ella y a sus hermanos el gusto por la lectura contándoles siempre cuentos de los hermanos Grimm, Anderson y más, aún cuando don Francisco no asistió a la escuela era un hombre que le gustaba leer y aprender. Había quedado huérfano y tuvo que hacerse cargo de su hermano menor, Encarnación Arredondo, padre biológico de la mamá de Inés Arredondo, quedó viudo y al no poder hacerse cargo de la niña don Francisco y su esposa la adoptaron.

Eldorado representó un lugar importante para la escritora, sus cuentos están ambientados en esa hacienda. Arredondo no conoció la época de esplendor de Eldorado. Todo lo construyó en su mente, gracias a la descripción que le hacía su abuelo y por un mapa que había del Eldorado en donde se podía observar cómo era la hacienda y de ahí es como Inés Arredondo construye su idea sobre ese lugar. El sitio lo podemos ver en algunos de sus cuentos como son: “Estío”, “Las mariposas nocturnas”, “La sunamita”, “Sombra entre sombras”, entre otros. Los dueños de la hacienda eran la familia Redo, Alejandro Redo era uno de los dueños y es a quien recuerda Inés Arredondo. Se decía que era homosexual y en él se inspiró para crear a sus personajes homosexuales de sus cuentos “Las mariposas nocturnas” y “Sombra entre sombras”.

Eldorado, un lugar abundante en vegetación, un sitio esplendoroso que la autora recuerda con mucho cariño, en sus cuentos la hacienda es marco para contar historias en las que sus personajes femeninos son atrapadas por el deseo, el erotismo, la opresión, el incesto, la transgresión de su cuerpo y de su sentir.

Inés Arredondo eligió su infancia como una parte importante de su vida para contar y recordar. Sus relatos están influenciados por esta etapa de la escritora, aún cuando ella dice. “Las historias de mi infancia no tienen que ver con mi literatura, tienen que ver conmigo como escritora… pero no con mi literatura”. Tal vez sus relatos no tengan nada que ver con su literatura pero, esta etapa es fundamental para su construcción. Menciona que es una etapa fundamental para ella:

Elegir la infancia es, en nuestra época una manera de buscar la verdad, por lo menos una verdad parcial. Ya no orientamos nuestras

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