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Versos y Oraciones de Caminante


Enviado por   •  6 de Junio de 2013  •  Ensayo  •  1.510 Palabras (7 Páginas)  •  508 Visitas

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CARTILLA DE POEMAS

Presentado por: Santiago Alejandro Pabon Caviativa

Presentado a: Teresa Benavidez

Curso: 903

COLEGIO MINUTO DE DIOS

Bogotá

2013

 LEON FELIPE: Poeta español, que se destaco por su obra “Mezcla de Arrebato Místico y Compromiso Político”. Su verdadero nombre era Felipe Camino Galicia de la Rosa. Nació en 1884 en España en una familia acomodada. Su padre era notario. [1884-1964].

OBRAS: Versos y Oraciones de Caminante.

La insignia.

 FEDERICO GARCIA LORCA: Poeta y dramaturgo español; es el escritor de esta nacionalidad mas famoso del siglo XX y uno de sus artistas supremos. [1898-1936].

OBRAS: Libro de poemas.

Poemas del cantante jondo.

 ROSARIO CASTELLANOS: Escritora mexicana que cultivo todos los géneros, desde la poesía hasta el periodismo. Nació en la ciudad de México y murió en Tel – Aviv. Desde 1948 hasta 1957 solo escribió poesía, su lenguaje es llano y sentencioso. [1925-1974].

OBRAS: Trayectoria del Polvo.

Lívida Luz.

 ERNEST HEMINGWAY: Novelista estadounidense cuyo estilo se caracteriza por los diálogos nítidos y lacónicos, y por la descripción emocional sugerida. Su vida y obra ejercieron una gran influencia en los escritores estadounidenses de la época. Muchas de sus obras están consideradas como clásicos de la literatura en la lengua inglesa. [1899 -1961].

OBRAS: Fiesta.

Adiós a las Armas.

 PABLO NERUDA: Hijo de José del Carmen Reyes Morales, obrero ferroviario y Rosa Basoalto Opaso, maestra de escuela. Escritor chileno. [1904 – 1974].

OBRAS: Residencia en la Tierra.

Canto General.

POEMA – RESIDENCIA EN LA TIERRA

DEBIL DEL ALBA

El día de los desventurados, el día pálido se asoma

con un desgarrador olor frío, con sus fuerzas en gris,

sin cascabeles, goteando el alba por todas partes:

es un naufragio en el vacío, con un alrededor de llanto.

Porque se fue de tantos sitios la sombra húmeda, callada,

de tantas cabilaciones en vano, de tantos parajes terrestres

en donde debió ocupar hasta el designio de las raíces,

de tanta forma aguda que se defendía.

Yo lloro en medio de lo invadido, entre lo confuso,

entre el sabor creciente, poniendo el oído

en la pura circulación, en el aumento,

cediendo sin rumbo el paso a lo que arriba,

a lo que surge vestido de cadenas y claveles;

yo sueño, sobrellevando mis vestigios morales.

Nada hay de precipitado, ni de alegre, ni de forma orgullosa:

todo aparece haciéndose con evidente pobreza;

la luz de la tierra sale de sus párpados

no como la campanada, sino más bien como las lágrimas,

el tejido del día, su lienzo débil,

sirve para una venda de enfermos, sirve para hacer señas

en una despedida, detrás de la ausencia:

es el color que sólo quiere reemplazar,

cubrir, tragar, vencer, hacer distancias.

Estoy solo entre materias desvencijadas,

la lluvia cae sobre mí, y se me parece,

se me parece con su desvarío, solitaria en el mundo muerto,

rechazada al caer, y sin forma obstinada.

RITUAL DE MIS PIERNAS

largamente he permanecido mirando mis largas piernas,

con ternura infinita y curiosa, con mi acostumbrada pasión,

como si hubieran sido las piernas de una mujer "divina"

profundamente sumida en el abismo de mi tórax:

y es que, la verdad, cuando el tiempo, el tiempo pasa,

sobre la tierra, sobre el techo, sobre mi impura cabeza,

y pasa, el tiempo pasa, y en mi lecho no siento de noche que una

[mujer está respirando, durmiendo desnuda y a mi lado,

entonces, extrañas, oscuras cosas toman el lugar de la ausente,

viciosos, melancólicos pensamientos

siembran pesadas posibilidades en mi dormitorio,

y así, pues, miro mis piernas como si pertenecieran a otro cuerpo,

y fuerte y dulcemente estuvieran pegadas a mis entrañas.

Como tallos o femeninas, adorables cosas,

desde las rodillas suben, cilíndricas y espesas,

con turbado y compacto material de existencia;

como brutales, gruesos brazos de diosa,

como árboles monstruosamente vestidos de seres humanos,

como fatales, inmensos labios sedientos y tranquilos,

son allí la mejor parte de mi cuerpo:

lo enteramente sustancial, sin complicado contenido

de sentidos o tráqueas o intestinos o ganglios:

nada, sino lo puro, lo dulce y espeso de mi propia vida,

guardando la vida, sin embargo, de una manera completa.

...

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