Ética para amador 1 De qué va la ética.

Ética para amador

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De qué va la ética.

Hay ciencias que estudian cosas nuevas por interés, otras para entender o usar algo y la mayoría para obtener un puesto de trabajo y ganarse la vida con él.

Es decir ciertas cosas uno puede aprenderlas a voluntad, otras cosas es necesario saberlos porque en ello, nos va la vida. Algunas cosas nos convienen y otras no; lo que nos conviene solemos llamarlo bueno y lo que nos sienta mal lo llamamos malo.  Lo malo parece a veces resultar bueno y lo bueno tiene en ocasiones apariencia de malo.

Lo de saber vivir resulta difícil porque hay diversos criterios opuestos respecto a lo que debemos hacer. En lo de vivir las opiniones distan de ser unánimes. En lo único que a primera vista todos estamos de acuerdo es en que no estamos de acuerdo con todos.

Libertad: los animales no tienen más remedio que ser como son y hacer lo que están programados a hacer por la naturaleza, no saben comportarse de otro modo; en cierta medida los hombres también estamos programados por la naturaleza, nuestro pensamiento viene condicionado por el lenguaje que le da forma, un lenguaje que se nos impone desde fuera y que no hemos inventado para nuestro uso personal y somos educados en ciertas tradiciones y hábitos.

Al hablar de libertad es verdad que no podemos hacer lo que nos pasa, sino libres para responder a lo que nos pasa de tal o cual modo. Intentar algo no tiene nada que ver con lograrlo, es elegir dentro de lo posible, cuanta más capacidad de acción tengamos mejores resultados podemos obtener de nuestra libertad. Nuestra libertad es una fuerza en el mundo, nuestra fuerza, sino me conozco ni a mí mismo ni el mundo en que vivo mi libertad se estrellara pero no por eso dejare de ser libre.

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Órdenes, costumbres y caprichos

Aunque no podemos elegir lo que nos pasa, podemos hacer frente a ello.

Un motivo en el sentido que recibe la palabra es la razón que tienes o al menos crees tener para hacer algo. Uno de los tipos de motivación es cuando alguien te manda a hacer algo, a estos les llamamos órdenes. Otros son los motivos que se hacen siempre y casi sin pensar como una rutina, a estos los nombramos costumbres, también están los caprichos que parecen ser la ausencia de motivos, hacer algo solo porque te dio la gana.

Las órdenes sacan su fuerza, en parte del miedo que puedes tener a las terribles represalias por no obedecer, las órdenes y costumbre parecen venir de afuera; en cambio los caprichos te salen de dentro, brotan sin que nadie te los mande ni a nadie en principio creas imitarlos.

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Haz lo que quieras

Libertad es el asunto del que se ocupa la ética, libertad es poder decir sí o no, es decidir pero darte cuenta de que lo haces.

La palabra moral tiene que ver con las costumbres y también con  las órdenes que pueden ser malas o sea inmorales.

Moral es el conjunto de comportamientos o normas que solemos aceptar como válidos; ética es la reflexión sobre porque los consideramos válidos y la comparación con otras morales que tienen personas diferentes.

Las palabras bueno y malo no solo se aplican a comportamientos morales, ni siquiera solo apersonas. Cuando se trata de determinar si una persona es buena o mala todas las opiniones varían; a veces llamarle a alguien bueno no indica nada bueno, hasta el punto de usar expresiones como “fulanito es muy bueno, el pobre.”      

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Date la buena vida

Hay que dejarse de órdenes y costumbres, de premios y castigos; de cuanto quiere dirigirte desde fuera, tienes que plantearte todo este asunto desde ti mismo.

No se trata de pasar el tiempo, sino de vivirlo bien. Estamos condenados a la libertad. La ética no es más que el intento irracional de averiguar cómo vivir mejor.

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¡Despierta, baby!

En que consiste darse la buena vida, querer la buena vida no es cualquier cosa, en una palabra no solo de lentejas vive el hombre.

Actuó bajo el peso de la inminencia de la muerte, la muerte es una gran simplificadora: cuando estas a punto de estirar la pata importan muy poco las cosas. La vida, en cambio, es siempre complejidad y casi siempre complicaciones. Si rehúyes toda complicación y buscas la gran simpleza no creas que quieres vivir más y mejor, sino morirte de una vez. El deseo de tener más y más tampoco me parece del todo sano, las cosas que tenemos nos tienen ellas también a nosotros, es decir que lo que poseemos nos posee.

Los humanos nos humanizamos unos a otros. Al tratar a las personas como persona y no como cosas estoy haciendo posible que me devuelvan lo que solo una persona puede darle a otra, amistad, respeto, complicidad fundamental que solo se da entre iguales, etc. Ninguna buena vida puede prescindir de las cosas, pero aún menos puede pasarse de personas.

Atención es la disposición a reflexionar sobre lo que se hace y precisar lo mejor posible el sentido de esa buena vida. Moral consiste en intentar comprender comportamientos que nos convienen y que no, de que va la vida que es lo que puede hacerla buena. Tomar decisiones lo debe hacer cada cual en solitario: nadie puede ser libre por ti.

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Aparece pepito grillo

Imbécil del latín baculus que significa bastón: el imbécil es el que necesita bastón para caminar. Si el imbécil cojea no es de los pies, sino del ánimo.

Hay imbéciles de varios modelos a elegir:

1. El que cree que no quiere nada, que todo le da igual y vive en un perpetuo bostezo.
2. El que cree que lo quiere todo, lo primero que se le presenta, todo a la vez.
3. El que no sabe lo que quiere ni se molesta en averiguarlo, es conformista sin reflexión o rebelde sin causa.
4. El que sabe que quiere, o más o menos sabe lo que quiere pero lo quiere flojito y termina siempre haciendo lo que no quiere y dejando lo que quiere para mañana.
5. El que quiere con fuerzas y ferocidad, pero se ha engañado así mismo sobre lo que quiere en realidad.

 Lo contrario de ser moralmente imbécil es la conciencia, la cual consiste en saber que no todo da igual, estar dispuestos a fijarnos en si lo que hacemos es realmente lo que queremos o no, desarrollar el gusto de la moral y renunciar a buscar coartadas que disimulen que somos libres y responsables de nuestros actos.  Si no fuésemos libres, no podríamos sentirnos culpables de nada y evitaríamos los remordimientos, los remordimientos son los descontentos que sentimos con nosotros mismos al emplear mal la libertad. Como ya habíamos dicho la libertad conlleva responsabilidad que es saber que cada uno de mis actos me define y transforma poco a poco.

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