Apuntes reflexivos sobre el objeto del docente de historia de la administración a través de la consideración del problema del conocimiento en David Hume y Karl Popper
Enviado por cesar.montoyaag • 5 de Julio de 2022 • Trabajo • 7.131 Palabras (29 Páginas) • 104 Visitas
Apuntes reflexivos sobre el objeto del docente de historia de la administración a través de la consideración del problema del conocimiento en David Hume y Karl Popper
César Alveiro Montoya Agudelo
Resumen
El presente documento, es una reflexión sobre el rol que representa el docente de las asignaturas relacionadas con la historia de la administración desde la problemática del conocimiento desarrollada por David Hume y Karl Popper. Bajo una metodología cualitativa y con una exploración en diversas bases de datos especializadas, se realizó una búsqueda de información con relación a la temática propuesta para luego realizar un análisis de dicha información, buscando con ello alcanzar el objetivo de considerar la historia de la administración como elemento esencial del docente para la generación de conocimiento bajo la teoría de David Hume y Karl Popper.
Palabras clave: David Hume, Karl Popper, Conocimiento, Docente, Formación
This document is a reflection on the role that the teacher represents of the subjects related to the history of administration from the problem of knowledge developed by David Hume and Karl Popper. Under a qualitative methodology and with an exploration in several specialized databases, an information search was carried out in relation to the proposed topic and then an analysis of said information was made, seeking to achieve the objective of considering the history of the administration as essential element of the teacher for the generation of knowledge under the theory of David Hume and Karl Popper.
Keywords: David Hume, Karl Popper, Knowledge, Teacher, Training
Introducción
Adentrarnos en las consideraciones de David Hume sobre el conocimiento implica, de alguna manera, entrar en diálogo con otras teorías del conocimiento que brindaban respuestas distintas a este problema. Si Descartes llegó a la conclusión que el yo que piensa era el sujeto (subjetum) del conocimiento en tanto era intuitivamente claro y lógico que era posible dudar de todo menos de que de hecho se estaba dudando, a no ser que cayera en una elemental contradicción lógica; Hume por el contrario, sin negar la existencia de un conocimiento que derive de demostraciones puramente racionales (tal como las matemáticas) intentará argumentar que existe un tipo de conocimiento cuya posibilidad de efectuación se hace sin que exista un fundamento racional que demuestre su certeza. Este tipo de conocimiento es el empírico o el que se extrae de la experiencia con los objetos.
Estudiar a Hume respecto al problema de la inducción constituye una vía de acceso privilegiada no sólo para entender la forma como Karl Popper responde a un problema que durante mucho tiempo permaneció irresuelto[1]; el de cómo puede entenderse el conocimiento si sus formulaciones o proposiciones no pueden tener un carácter de necesidad lógica con la “realidad”, sino también reflexionar a partir de esta discusión sobre la forma como la actividad docente desde la historia de la administración construye conocimiento, tratando de refutar en esta reflexión ciertas concepciones empiristas o idealistas que subsisten en la argumentación sobre la verdad histórica de la disciplina administrativa. Entender la actividad docente como una práctica discursiva cuya lingúisticidad concreta la experiencia histórica misma sin que pueda ser referida a una realidad preexistente y de carácter extralingüístico parece significar para muchos la pérdida del estatuto epistemológico de la historia de la docencia y la función del docente como contador de historias como aspiración legítima a una construcción de verdad. Mediante el problema que vamos a plantear, trataremos de ubicar la naturaleza del objeto de la actividad docente, mostrando una doble dimensión el relato histórico: como disciplina con criterios definidos de producción de verdad y como práctica discursiva de producción de sentido. Paul Sutermeister sintetiza una problemática relacionada con el problema que vamos a tratar a propósito de la polémica causada por los trabajos de Hayden White: El concepto de Hayden White de la historia como narrativa causó remover y estimular el debate entre los empiristas y los posmodernistas sobre la naturaleza del conocimiento histórico, sobre la pregunta más importante de la historia: la verdad y la (Sutermeister, 2008).
Desarrollo teórico
Analizando en problema del conocimiento en Hume, en cuya obra “Tratado de la naturaleza humana” puede encontrarse la definición de dos tipos de razonamiento: razonamiento demostrativo y el razonamiento moral (“tocante a las cosas de hecho y de existencia”). Este último es al que a Hume se le antoja problemático en la medida que no encuentra un fundamento que le obligue a pensar que el conocimiento de una cosa sea demostrable desde un planteamiento puramente racional (al estilo al que llegó Descartes, por ejemplo). Dicho de otro modo, un sujeto puede percibir, por ejemplo, que todos los cuerpos tienden tendencia “natural” a caer, no obstante, esta afirmación, por cierta que sea para nosotros vía la experiencia que tenemos con los objetos, no hace ilógico afirmar que los cuerpos no tienen tendencia a caerse. En ese sentido, lo que Hume descubre es que la verosimilitud de la afirmación proviene de la experiencia que tenemos con los objetos, siendo ésta el fundamento que permite catalogar de falsa una afirmación que niegue que de hecho los cuerpos tienen tendencia a caer (Daros, 1998, pág. 119).
Siguiendo este planteamiento y preguntándose por el problema de la causalidad, Hume termina por minar la certeza aparentemente evidente que proviene del conocimiento por experiencia y las posibilidades del mismo método inductivo. ¿De dónde proviene la certeza de que una cosa es efecto de otra? Para Hume, tal como lo habíamos afirmado anteriormente, no existe fundamento racional que demuestre la certeza de una relación de causa-efecto que el sujeto construya inductivamente, salvo por la experiencia particular que este sujeto obtiene de la observación de que después de A se causa B. No obstante, el problema es mucho más grande si la percepción que se tiene de A y de B, es decir de cualquier fenómeno observable, no brinda un fundamento sólido para pensar que entre ambos términos existe en realidad un nexo demostrable, sino solamente probable. Así pues, muchas experiencias similares hacen proclive al sujeto a pensar que existe un nexo entre dos fenómenos determinados y a partir de esta disposición puede inductivamente pensar que en el futuro las mismas condiciones producirán los mismos resultados:
“Por tanto, cuando la mente pasa de la idea o impresión de un objeto a la idea de otro, o creencia en él, no está determinada por la razón, sino por ciertos principios que asocian las ideas de estos objetos y las unen en la imaginación. Si las ideas no tuvieran más unión en la fantasía que la que los objetos parecen tener en el entendimiento, jamás podríamos realizar una inferencia de las causas a los efectos ni basar nuestra creencia en ningún hecho. Por tanto la inferencia depende exclusivamente de la unión de ideas” (Hume, 1984, pág. 200).
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