COMO SE HACE UNA CARTA FUNEBRE

CARTA FUNEBRE

En pleno uso de mis facultades mentales decido y otorgo el honor que sea José Luis Padilla Murillo el que lea mis últimas palabras a todos mis seres queridos, por el simple motivo de que el ha sido mi mejor amigo desde y para siempre, magnifico novio, compañero de vida, cómplice en los crímenes  y psicólogo personal, el único ser humano que conocía lo peor de mi y aun asi creía que era la mejor persona que existía, empezamos esta historia el 6 de Octubre del 2010, desde ahí se convirtió en mi persona favorita, indispensable en mi vida, a la que seguiría hasta el fin del mundo y con los ojos vendados, a pesar de las peleas, de las indiferencias siempre siguió ahí conmigo, tuve la inmensa suerte de quererlo y que me quisieras, fueron 5 años gloriosos, y daría lo que fuera porque eso no acabara nunca.  Bueno  a lo que venimos pasando lista de los que quisiera y deben estar aquí, los que me importan y forman parte de mi hermosa y corta vida:

Alessandro Camilli, Pedro Luis López, Yessica Leyva, Gloria London, Ricardo Hernández, Carla Navarro,  Arturo, Juanelillo y Daniel Padilla, Dennis Magaña, Sergio Hernández, Edgar Villalpando, Jonathan y Mauro Rodríguez, Josué Casillas, Fernanda Araujo, Junior López,  Charly y Emilio Sánchez, Benlli, Adrián, Junior y Emmanuel Barajas,  Amadeo Solano, Jassiel Hernández, Aldo Sosa, Efren Rentería, Brandon Limón, Abraham Torres, Dasaeth Gómez, Maribel Granados, Tania Murguía, Estrella Pacheco, Karina Beltrán, Gabby Gómez, Israel Duran, Flavio Ramírez, Alex Barajas, Johan Ramírez, Iván y Cris Vargas, Pascual Hernández, Karen Zermeño, Migui y Marcus Esparza, mis compañeros de grupo.

Si hay algo que es inevitable en esta vida es la muerte. Ese paso en el que no queremos ni pensar pero que lo hemos de dar obligatoriamente. Y son muchas las cosas que se van quedando sin hacer, independientemente de que la muerte espere o más o menos un tiempo para venir a buscarnos. No  tenemos tiempo para todo, se quedaran muchas cosas en el camino, muchos sueños sin cumplir, mucha gente que se marchó sin despedir y muchos proyectos sin concluir. Pero hay algo que podemos dejar atado y bien atado antes de morir y es dejar nuestro legado en forma de carta de despedida, suena bizarro, pero es algo que si me extrañan la pueden leer una y mil veces y si me recuerdan bien hasta lo podrán leer imaginándose con mi propia voz chillona.

En verdad al hacer esto no dejo de pensar en mis estúpidos amigos, esos amigos que quisiera que los enterraran conmigo, los que están siempre en las malas y bien puestos en las buenas, mis estúpidos amigos, ellos me han enseñado tanto, pero tanto que ahora me toca a mí demostrarles un poco de mí misma, de lo que se y de mis consejos para que sobrevivan sin mi ausencia, en todo lo dicho lo cierto es que no interesa si te has querido morir una vez o dos o ninguna, siempre estamos pensando en lo que ocurrirá después, si nos recordaran, si dejaremos huella, si habrá alguien que de verdad nos extrañe después de nuestra partida, empezando de nuevo, al final no hay nada que hacer, moriremos de todas formas, porque podemos ser jóvenes solo una vez pero seremos inmaduros para siempre, no hay reglas para morir con éxito o cumplir con todas las expectativas de la vida perfecta pero si las hubieran serían las siguientes. No son obligatorias pero son un buen consejo que a mis cortos 18 años de edad tome muy en cuenta.

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