Collage de Etimologías “Carisma”

Collage de Etimologías

“Carisma”

Hola, yo soy Carisma, y he existido desde el origen del hombre, y lo sigo haciendo y desapareceré hasta que los humanos desaparezcan.

Desde que el hombre surgió, tuvo que buscar la manera de atraer a otras personas y ganarse la admiración de las mismas, desde los tiempos prehistóricos, los nómadas me utilizaban para atraer más personas a su travesía, pero para ese entonces yo no tenía nombre, simplemente era algo que vivía dentro de las personas y les ayudaba en su búsqueda.

Tuve nombre hasta que los griegos me conocieron, para lo cual me nombraron: (“jarisma”), que para ellos sería agradar a alguien o hacer favores, pero, ¿cuál fue realmente mi función dentro de los griegos? [pic 1]

Como sabemos los griegos estuvieron sumergidos en innumerables guerras y conflictos, por lo cual yo jugué un papel muy importante para atraer a las masas, a su vez, los griegos fueron el primer pueblo democrático, y para eso, tuvieron que haber representantes, los cuales estuvieron ahí gracias a la voluntad del pueblo, y por supuesto, gracias a mí.

Con la llegada de los romanos, me incorporé al latín, específicamente al eclesiástico, ya que para ellos yo era un “don especial concedido por Dios”.

Para San Pablo yo era el don que permite distinguir, entre palabras inspiradas o proféticas pronunciadas durante una asamblea, por lo tanto para los eclesiásticos también era ese don de inspirar a las personas.

En las primeras ediciones de la Real Academia Española, en el siglo XVIII, yo era definido como “un don gratuito dado por Dios a alguien”.

Yo fui una palabra propia del lenguaje eclesiástico hasta 1922, cuando el sociólogo alemán Max Weber la introdujo en su obra “Economía y Sociedad”, con el significado de: “cualidad por la cual algunas personas se dejan de lo común, de lo ordinario, de lo cotidiano”. Para él yo era una forma de dominio, que se mostraba como un líder héroe.

Pero, en 2012, la escritora Olivia Fox Cabane, en su libro “El Mito del Carisma”, les dice a los hombres que yo me formo de tres elementos básicos: presencia, poder y calidez, la presencia sería mi elemento central, pero el equilibrio entre mi calidez y mi poderío con el que se transmite el mensaje de la persona en la que vivo, es lo que en última instancia construye la percepción del otro, por lo cual, según esta escritora, no solo mi presencia es importante, sino también el cuanto poder impongo y cuanta calidez transmito, para así conseguir la atención de las personas.

Yo estuve y estoy dentro de los grandes políticos y oradores, que gracias a mi han podido mover a las masas.

Actualmente, yo soy conocido como “la especial capacidad de algunas personas para atraer o fascinar”, y muchos escritores me caracterizan por el hecho de que yo no existo en una persona porque sí, sino que yo me entreno dentro de la misma.

Para que una persona me tenga dentro de ella, tiene que ser una persona que sepa escuchar; que sepa conseguir la confianza de otras personas, al sentir que él puede ponerse en su lugar y les entiende; deben de interesarse por los demás, no pueden ser egoístas, sino deben de implicar a los demás, debe de hacer sentir que todos forman parte de un objetivo común y cada uno debe de tomar su papel; nunca debe de estar por encima de los demás; deben de tener ese otro don que muchos desean: el poder leer las emociones de los demás, porque les permite conectar emocionalmente y controlar sus emociones; deben desenvolverse con soltura, son buenos oradores y líderes, en lugar de criticar ellos son los primeros en reconocer algún error; no deben de ser conformistas, siempre deben de ser visionarios; deben de ser creativos e ingeniosos y en su oratoria utilizan el “nosotros” en vez del “yo”.

...