Concepto de amor en el Fedro de Platón
Enviado por Hilda Velazquez • 27 de Marzo de 2019 • Ensayo • 1.069 Palabras (5 Páginas) • 699 Visitas
Aldana Velázquez Hilda Xitlalli
Concepto de amor en el Fedro de Platón
Fedro o de la belleza, es un diálogo en el cual Platón relata una conversación entre Sócrates y Fedro. En la primer parte de este se sostiene una discusión acerca del amor, de cómo es que los hombres aman y qué es aquello que éstos llegan a añorar más, según sus deseos y percepciones de lo bello.
Al momento en el que Sócrates se encuentra con Fedro, este último le hace saber que viene de con Lisias, con quien sostuvo una larga conversación en la cual Lisias le dejaba saber que había elaborado un escrito en el cual habla acerca de aquel bello que no precisamente es amado por aquel a quién ama, y que, lo importante del mismo reside en esto, se tiene que complacer a aquel que no ama y no a quien sí ama[1]. A esta tesis, Sócrates responde que, si ese es el caso, entonces Lisias tuvo que aplicar esto mismo a los pobres en tanto a los ricos o a los viejos en tanto a los jóvenes, etc.
Es así como se inicia la discusión, en la cual se busca de principio definir las diferencias entre el que ama y el que no[2], de esto pretende encargarse Fedro (quien va a ser el encargado de transmitir a Sócrates lo dicho por Lisias): “… a los amantes les llega el arrepentimiento del bien que hayan podido hacer, tan pronto como se les aplaca su deseo.”[3], esta es la primera distinción del que ama; Pero a los otros, no les viene tiempo de arrepentirse. Porque no obran a la fuerza, sino libremente, como si estuvieran deliberando más y mejor sobre sus propias cosas, y en su justa y propia medida.”[4], esta distinción se hace todavía más clara en la siguiente línea: “Además, los enamorados tienen siempre ante sus ojos todo lo que de su incumbencia les ha salido mal a causa del amor […] a los que no aman […] no les queda otra alternativa, superados todos esos males, que hacer de buen grado lo que consideren que, una vez, cumplido, ha de ser grato a aquellos que cortejan.”[5]
En primera instancia, y a partir de lo anterior, se podría decir que el interés inicial del diálogo es aclarar el problema del amor y los deseos de los enamorados, sin embargo, a medida que este va avanzando se va vislumbrando que la verdadera intención de Platón es utilizar este recurso como un arma que sirve para abrir paso al discurso metafísico del mismo.
Siguiendo el hilo del primer discurso, después de plantear estas diferencias entre aquellos virtuosos que aman y aquellos que no, Lisias asevera que los enamorados están enfermos, estos se encuentran albergados en una especie de locura (de la cual son plenamente conscientes), y duda del comportamiento que estos tienen cuando se han curado, porque, según dice, sería muy difícil confiar en alguien que, encontrándose en una situación donde supuestamente se hace el uso del raciocinio, comete una serie de actos producto de una voluntad descarriada. Además, Lisias menciona que entre los que aman hay distinciones, con estas distinciones hace referencia a aquellos virtuosos del amor que son mejores por encima de otros, los cuales son muy pocos. Por el contrario, de aquellos que no aman (grupo en el cual también existe una suerte de jerarquía), se podría escoger entre muchos, ya que, son más los desafortunados y no virtuosos en el amor que aquellos que si lo son. Por consiguiente, le será más fácil a aquel que busque encontrar a alguien de su predilección.
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