Crítica marxista a la teoría política liberal y a la economía de mercado capitalista

Crítica marxista a la teoría política liberal y a la economía de mercado capitalista

A pesar de la persuasión que parecía ser las proclamas de libertad e igualdad del discurso liberal, no pasó mucho tiempo para que diversos autores de diferentes orientaciones intelectuales pusieran en juicio la verdad por así decirlo de los argumentos ofrecidos. Varios autores preguntaron, la plausibilidad histórica del contrato social como fundamento del ordenamiento político. Para Humé, uno de los abanderados de esta crítica, el contrato social no resultaba ser más que un artificio teórico incapaz de dar cuenta del fenómeno político en virtud de su abstraccionismo. La crítica, que se conoce como historicista, perdió de todos modos vigencia no bien vio la luz, porque la mayoría de los autores liberales de vocación contractualita no hicieron depender la validez analítica de su argumentación de la realidad efectivamente histórica de su propuesta política. Para ellos, era suficiente con que el contrato alcanzara el estatuto de idea de la razón para que por sí sola sirviera de fundamento para el poder político. La otra gran crítica vertida en contra de la teoría liberal del contrato social procede de Marx. A diferencia de la crítica historicista, la denominada crítica revolucionaria no ha perdido con el tiempo ni un ápice de actualidad. Ello se debe a que esta crítica sí ataca un aspecto neurálgico, que no periférico, de la teoría liberal. La crítica marxiana se divide en dos partes: la primera pone en entredicho la conformación moral del sujeto liberal y la segunda duda de la imparcialidad del pacto fundante que antecede al Estado político. En concreto, Marx considera que el contrato social es un procedimiento impulsado y promovido por un sector de la masa contratante con el propósito extraer el máximo de provecho del naciente ordenamiento político.

Concepción crítica de la educación

La concepción de la educación que se sigue de la teoría marxiana promueve la libertad plena del hombre, expresada ésta en el sentido autonómico y el compromiso social. Cabe mencionar que las corrientes Intelectuales contemporáneas han caído en la cuenta de estas y muchas otras falencias teórico-prácticas del marxismo decimonónico, y por ello han intentado atemperar la doctrina a la nueva realidad histórica. El panorama de la educación actual es una muestra fehaciente de los perjuicios de la implantación acrítica de los modelos y las políticas de la educación liberal como aumento de los centros educativos privados, disminución del presupuesto público para la educación, proliferación de programas técnicos y tecnológicos, disminución de centros de enseñanza humanística y artística

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