EL IMPERIO DE LO BANAL
Enviado por Interlegalia • 10 de Septiembre de 2020 • Ensayo • 359 Palabras (2 Páginas) • 137 Visitas
“El imperio de lo banal”
Ángel Guerra Sierra
El libro comienza con el Príncipe de los demonios “Belcebú”, entregando a sus diablos aprendices poderes como, la envidia, la codicia, la gula, etc. Pero de entre todos estos aspirantes se encuentra Nysrogoh el cual pide que le den el poder de la banalidad para poder destruir al hombre. Al final de todo su estudio en el mundo terrenal, tiene que presentar sus conclusiones ante el tribunal.
En este escrito Nysrogoh, relata todos los logros que consiguió al banalizar muchas cosas y conceptos como el alma, que le da un significado muy corporal, limitándola a una función cerebral; el amor que se vuelve algo sexual o la injusticia que se convierte en algo normal e indiferente para la persona que no la está sufriendo. Al final, esto lo convierte en una epidemia global.
En conclusión, este libro me pareció muy interesante y sobre todo real, ya que, es algo que en la actualidad vivimos día a día, es casi imposible escaparse de este pensamiento tan superficial con el que nos bombardean ya sea en la televisión, en la radio, los amigos, el gobierno o hasta en el propio hogar, de tal forma que, si no compartes esta misma ideología significa que eres diferente y no perteneces a esta sociedad. Además, me parece que es una metáfora de como el hombre, en este caso representado por Nysrogoh, se autodestruye al momento de querer, de cierta manera, disfrutar el momento, disfrutar la vida “como si fuera el último día de su vida” y para esto restarle importancia a ciertas cosas o conceptos como el amor, el alma, al sexo e inclusive a la vida misma. En mi opinión, el banalizar las cosas es una manera en que el ser humano quiere negar a Dios (argumentando que no hay forma de comprobar su existencia) con el fin de deslindarse de toda la responsabilidad que conlleva sus actos, cosa que resulta muy perjudicial para la sociedad, porque, entonces no nos importarían los sentimientos de nuestro prójimo y por lo tanto, todo el tiempo actuaríamos arbitrariamente, alejándonos así de Dios.
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