EPICURO A MANECEO: salud y alegría

EPICURO A MANECEO: salud y alegría

Para Epicuro, la filosofía es una medicina para el alma. Podemos filosofar siendo jóvenes tanto como siendo viejos. Uno para agradecer por lo vivido y de esa manera rejuvenecer mientras que el otro lo debe de hacer para madurar y tener más conocimiento para el futuro. Por esto, podemos decir que toda la vida constituye buen momento para filosofar.

Si la filosofía es una medicina para el alma, y nuestra alma está sana debido a esta filosofía, también podemos decir que la filosofía es de cierta forma una vía de acceso a la felicidad. Lo que Epicuro nos dice para justificar esto es que hay que meditar (pensar) lo que produce la felicidad, ya que cuando estamos felices tenemos todo, y cuando no lo estamos hacemos todo lo posible por encontrar la felicidad. Si el alma está sana, no tenemos nada de qué preocuparnos entonces todo lo tendríamos.

También podemos plantearnos una pregunta: ¿Cómo hace la filosofía para curar el alma? Si filosofamos, buscamos llegar a la verdad. Para esto, debemos reflexionar y razonar a tal punto de identificar lo verdadero de lo falso y según Epicuro si nuestra reflexión es certera nos vamos a quedar con lo verdadero olvidando y eliminando a lo que es falso.

Para explicar a la filosofía como una vía de acceso a la felicidad tenemos a las 4 máximas:

La primera máxima capital, nos habla de no temer a los dioses. No somos de preocupar a los dioses ni ellos nos son de preocupar. Los dioses son seres felices e imperturbables que no están atentos a asuntos humanos por lo tanto no quieren ni perjudicar ni favorecer a los hombres. Por esto los dioses no son de temer y podemos ser felices por nosotros mismos. La ciencia falsa es una fuente de perturbación. La ciencia se corrige. La creencia elimina a la perturbación  y permite acceder a la “ataraxia”. (Imperturbabilidad del ánimo)

La segunda máxima capital nos habla de no temer a la muerte ya que nos tiene que ser insensibles. Si vamos a estar pendientes de la muerte no podemos filosofar y por lo tanto nunca vamos a llegar a la felicidad.

Con respecto a la tercera máxima capital, la cual nos habla de que el placer es fácil de alcanzar, podemos decir que nos aclara mucho la idea de filosofía como vía a la felicidad ya que si tenemos el alma sana, podemos tener placer, y si tenemos placer satisfacemos muchas cosas que nos hacen felices.

La cuarta máxima nos dice que el dolor es fácil de soportar. Esto se asemeja con el texto de Epicuro ya que el dolor no nos puede ser una limitante para filosofar y si tenemos dolor, podemos filosofar y de esta manera ser felices igual.

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