El alma de la toga, ética y moral profesional en la abogacía
Enviado por Rodrigo Jp • 26 de Abril de 2019 • Resumen • 1.101 Palabras (5 Páginas) • 345 Visitas
TITULO: “EL ALMA DE LA TOGA”
FECHA DE PUBLICACIÓN: 1919
AUTOR: Ex decano del colegio de abogados de Madrid, ANGEL OSSORIO.
ANALISIS
El texto en comento trata abiertamente sobre la ética y moral profesional en la abogacía ó de la deontología jurídica, si bien esta abarca los estándares humanos, personales y corporativos del comportamiento que espera de los profesionales del derecho. Estos ejercen la ciencia social y las habilidades especializadas de la forma en que se debe regir el uso de este conocimiento cuando se brinda un servicio al público considerándose una cuestión moral y ética profesional.
Si bien se es capaz de emitir juicios, aplicar sus habilidades y tomar decisiones informadas en situaciones que el público en general no puede porque no han alcanzado los conocimientos y habilidades necesarios, estos necesariamente debe alinearse con la moralidad de una acción que debe basarse en si esa acción es correcta o incorrecta en una serie de reglas, en lugar de basarse en las consecuencias de la acción. A veces se describe como ética basada en el deber, la obligación o la regla, porque las reglas "obligan a uno en nuestro deber". La ética que trata de transmitir el “El alma de la Toga” se contrasta con la ética de la virtud y la ética pragmática. En esta terminología, la acción es más importante que las consecuencias.
En un marco ético que depende de los conjuntos predefinidos de reglas y políticas para el correcto funcionamiento de un sistema en el entorno. La deontología expresada en el texto se basa simplemente en la lista de verificación que incluye ciertas reglas que deben seguirse al realizar una tarea en particular, esto se ilustra y detalla en cada capítulo del libro.
Si se considera la época en que fue escrito el libro durante el reinada de Alfonso XIII, en pleno conflicto bélico en el continente, y su publicación fue posterior a la Crisis española del año 1917, que se destacó por el mal reparto social de los beneficios económicos y su creciente inflación lo que conllevo al estallido social, de carácter militar, crisis parlamentaria y social, situación que afectaron la bases del ordenamiento jurídico español de la época.
No obstante esta grave situación social, no afectó ni modifico el pensamiento del buen actuar en el marco jurídico en el ejercicio de la abogacía, si en mas sustentó y reforzó las bases de la moralidad y ética, que incluso hasta hoy hacen eco en la abogacía actual.
CAPITULO 1 - ¿QUIÉN ES ABOGADO?
El autor ve la necesidad de iniciar el texto reivindicando el concepto de Abogado, pues para la época y de forma popular cita “En España todo el mundo es abogado”, la abogacía no es consagración académica sino una corrección profesional, de hecho se valoraba erróneamente el título Universitario en España, el cual es de “Licenciado en Derecho” a nuestro asimile otorgado por esta Universidad de “Abogado Licenciado en Ciencias Jurídicas”, no de solo “Abogado”.
La rectitud de la conciencia es mil veces más importante que los conocimientos adquiridos, los Abogados no se hacen con un título de Licenciado, sino con las disposiciones psicológicas, adquiridas a costa de trozos sangrante de la vida, lo cual entiende.
Finalmente el espíritu es diferenciar los conceptos de “Abogado” y el que ejerce la abogacía y los demás seria “Licenciados en Derecho” sin menos preciar su calidad.
Ser abogado va más allá de haber recibido un título en Derecho, el verdadero abogado es aquel que ejerce la profesión dando consejos jurídicos y pidiendo justicia, si bien son muchos abogados que ejercen la profesión "dignamente", no se debe desconocer de la practicas que algunas le han dado una mala reputación.
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