El mito del planeta Tacatacatá

El Mito de el Planeta Tacatacatá

Corría el 2020 y en el planeta Tacatacatá, vivían dos civilizaciones antagónicas los Tiquitiqui y los Tacataca.  Los Tiquitiqui, viven desde mediados del siglo pasado, creyendo que la felicidad está en lo material.  Así compiten unos con otros convencidos que la tecnología, los viajes, la moda, la belleza, el dinero y la fama son la clave de una vida plena.  En su exterior está la publicidad que los bombardea con imágenes, palabras y medios más complejos que corroboran su forma de vivir y pensar. El discurso de su gente gira siempre en torno al tener y al poseer.  Viven agitados, disgustados y enfermos.  El que más tiene es el más respetado. Por otra parte, los Tacataca, viven su vida buscando la magnanimidad del ser.  Llegar espiritualmente a lo más alto, donde habita la paz, la razón, la esperanza y la felicidad plena, buscando solo la grandeza del alma. Se ayudan unos con otros, oran solos y también en comunidad.  El que más da es quien más recibe.  Sus almas son puras y sus vidas tranquilas.  

Un día, buscando siempre más el Gran Tiquitiqui decidió salir a explorar el planeta, en busca de más riquezas.  Pero, a poco andar, descubre que, al otro lado del planeta, no hay tecnología, ni grandes construcciones, hasta la música era distinta.  “Que pena más grande tanta pobreza, cuan infelices han de ser” pensó. Y decidió ir a hablar con sus amigos de Tiquitiqui para mostrarles esta gran oportunidad de negocio al otro lado del mundo.  Pero decidió hacerse acompañar por un tacataca para que les contara sus necesidades.

Al ser interrogado por los Tiquitiqui, el Tacataca contestó que no tenían necesidades. Todos los Tiquitiqui rieron y se burlaron de él sin parar……

El mito de el Planeta Tacatacatá

Hoy compararé el Mito de la Caverna de Platón, con el Planeta Tacatacatá donde la realidad de ambos está influida por el ambiente en que crecieron.  Donde la realidad en que crecieron es para ellos su mundo, todas sus creencias.  Es por así decirlo su área de confort.

Así es como en el mito de la Caverna, quienes vivían amarrados a la caverna, su realidad y todo su mundo era ese.  Las sombras y sus amigos era su todo, su manera de ver y comprender el mundo.  Para los Tiquitiqui, formados en una sociedad consumista, como la de hoy en día, ven y explican todo su mundo, desde esa mirada es su única realidad.  Así ambos comprenden y explican sus circunstancias.

El mito del Planeta Tacatacatá, habla sobre el consumismo y como este se apodera de las mentes de los Tiquitiqui haciéndoles creer que es el único camino para conseguir la felicidad, entendida como la búsqueda permanente y superior del ser humano.  Negándose a cualquier realidad distinta.  Así los Tiquitiqui son los esclavos encadenados, el Gran Tiquitiqui es el esclavo liberado, que sale a “otro mundo” fuera de su caverna, el muro y las cadenas, es su propia comodidad que los deja encerrados sin salir en busca de otras experiencias, las sombras son la publicidad, el dinero, la fama, la búsqueda eterna de la perfección en la belleza exterior, la moda y la tecnología, que funcionan para reafirmar sus ideas.  Los Tacataca son el mundo fuera de la caverna, donde hay otros conceptos para la búsqueda de la felicidad.  El Tacataca que fue a la ciudad de los Tiquitiqui representa al esclavo liberado que al volver, con conocimientos nuevos, es prácticamente humillado por “ignorante”.

...