El sacrificio de Antígona

El sacrificio de Antígona

Antígona se rebela contra las leyes humanas que van en contra del honor de su familia, desde su padre hasta su hermano, ella se defiende bajo las leyes divinas, leyes que anteceden y fundamentales que habían sido ignoradas por el tirano bajo razones "políticas". "CREONTE: Y en cuanto al que tiene en mayor estimación a un ser querido que a su propia patria, a ése ni siquiera le tengo en cuenta.” (Sófocles, 441 a.C, p. 21) Creonte es incapaz de ver el límite entre las leyes divinas y humanas, lo que lo lleva a cometer errores que luego caen bajo su familia. Como dijo George Steiner, Creonte rompe una ecuación al dejar a Polinices "muerto vivo" y a Antígona "viva muerta", bajo la ideología griega estar vivo es ver el sol y ser visto por éste. Tiresias plantea una inversión del mundo de los vivos  el de los muertos que trata de la clara descripción de un planeta en el que las guerras nucleares dejan innumerables cadáveres insepultos, perspectivas de la muerte en vida y la vida en la muerte. "La plena significación de los actos de Creonte se nos impone (...)a nuestros actuales peligros. No es la "luz" lo que "nos grita a través de mil años, es la oscuridad." (Molina, 2016)

Heroína Cósmica y Hermana Carnal

Creonte ha invertido el orden natural y divino, provocando un intercambio entre el mundo de los muertos y vivos, por lo tanto Antígona se convierte en una heroína cósmica que busca "restaurar el misterio de la simetría en el ser mortal", empieza siendo una rebelde al desobedecer las leyes de Creonte, su muerte se convierte en un sacrificio para restituir éste orden honrando sus deberes con su hermano, ella está consciente que ésta es una acción que solo puede realizar por él. "Antígona: Muerto mi esposo, otro hubiera podido tener, y un hijo de otro varón si lo perdía. Pero estando padre y madre ocultos en el Hades, no hay hermano que pueda nacer jamás." (Sófocles, 441 a.C. p.46) Ella le da éste valor a su hermano no como un capricho, sino para cumplir con una ley, la cual luego puede tener muchas consecuencias, las cuales luego les son recordadas a Creonte por medio de Tiresias. La tensión entre la ley de los dioses que manda honrar a los muerto y el linaje al que pertenece al muerto es un argumento utilizado por Tiresias no para plantear una división social, sino recordarle a Creonte que también tiene un hijo, Hemón quien sirve como instrumento de retribución por los crímenes de su padre.

La ley y la sangre

La lucha entre los dioses de arriba a quienes honra Creonte y los de abajo que guían a Antígona sería incomprensible sin la tensión entre las leyes del Estado y las leyes de sangre. Los lazos de sangre se demuestran en el heroísmo de Antígona y el elemento de retribución de Creonte, ir contra las leyes que protegen estos lazos es atentar contra las bases de la realidad lo cual trae grandes desgracias, Antígona es la figura de la ley divina que evalúa las leyes humanas,. En otra versión del mito Creonte es representado como una figura derrotada, sufriendo por la muerte de su hijo Meneceo y dispuesto a honrar su cadáver como mandan las leyes divinas a las que luego dará la espalda negando la sepultura de Polinices, sin embargo demuestra que Creonte también había sufrido mucho en su propia carne y sangre, Creonte gracias a las leyes divinas pierde su linaje, la lucha de los dioses toma el control de su vida. "Él como Antígona defienden posiciones morales fundamentales para el orden social que habitan y aman, y ambos caen víctimas de la fidelidad a la respectiva ley que quieren cumplir" (Molina, 2016) Cada uno representa un lado de la balanza, Antígona lo moral y las creencias individuales mientras que Creonte representa la autoridad en la sociedad, quien gana moralmente hablando es Antígona y muere a causa de ello.

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