Emprendedor, Plan de Vida y Proceso del pensamiento partes fundamentales para crecer en el ámbito de los negocios.

Emprendedor, Plan de Vida y Proceso del pensamiento partes fundamentales para crecer en el ámbito de los negocios.

En nuestra época ha habido cambios, tanto en los ámbitos económicos, políticos, sociales y tecnológicos, en los cuales el estudiante actual se desarrollara, para ello  requiere de nuevos conocimientos y apoyos para el desarrollo de habilidades y destrezas que le permitan desempeñarse en forma eficiente en cualquier entorno; jóvenes que cuentan con espíritu emprendedor, pero que no saben cómo desarrollar sus ideas. Muchas veces los seres humanos por lo regular siempre vamos en busca de conseguir una serie de fines o metas en su vida. Algunos de estos fines pueden ser o no ser insignificantes, pero sin embargo los perseguimos inconscientemente, algunos nos pueden servir de guía para orientar nuestras vidas. Unas de las preguntas esenciales son ¿Dedicamos un tiempo para planear el por qué y para que hacemos las cosas? O ¿Nos detenemos para pensar lo que queremos llegar a ser y como conseguirlo? Algunas personas ni siquiera han fijado uno o algunos objetivos claros en su vida. El hombre ha desarrollo un proceso del pensamiento en sus distintas actividades cotidianas, el cual le ha ayudado a organizar de acuerdo a sus principios, fines y objetivos. Este proceso busca un fin determinado de acuerdo a las aspiraciones de este y se convierte en una competencia de subsistencia en la sociedad generalmente contradictoria que al ser discutido y consensuado en su contenido y alcance se establecen por los grupos de personas como procesos positivos hacia la razón y verdad.

Para iniciar hay que tener en claro tres puntos que son muy importantes. El primero, que el emprendedor es aquella persona que toma el riesgo y la aventura de empezar algo sin importar las circunstancias que se le presenten, después el proceso emprendedor comprende  todas aquellas  actividades relacionadas con detectar y analizar  oportunidades, y tercero,  que todos podemos lograr  ser emprendedores, sólo tenemos que desearlo ser para poder serlo. Además, si bien es cierto que los rasgos de la personalidad del nuevo emprendedor influyen mucho, tanto su situación social como económica,  sus motivaciones diarias, su capacidad intelectual o física, su formación o experiencia previa pueden influir en el éxito de ser emprendedor, estos aspectos no tienen un valor absoluto, ni son requisitos indispensables para poder afrontar con perspectivas un nuevo camino. Pero sí es imprescindible ser inaccesible al desaliento, es decir, a la capacidad de superar los obstáculos por más pequeños o muy grandes que sean no debemos de tirar la toalla o desanimarnos, al primer impedimento que se nos presente en el camino o a lo largo de él.

Como menciona el autor Andy Freire, en su primer  libro “Pasión Por Emprender”, “Muchos estudiantes universitarios que se encuentran cursando los últimos periodos de su carrera, cometen el gran error de no iniciarse en el campo laboral, ya sea por temor, falta de interés o simplemente creen que lo mejor es terminar la carrera para  recién formar parte del mundo laboral en el cual trabajaran aplicando los  conocimientos adquiridos durante su formación universitaria” Ese autor está muy consciente de que es diferente estar adentró de la universidad que no estarlo, ya que afuera de la misma, se presentan muchas dificultades por la demanda del cargo o puesto de trabajo, y eso es lo que no ven los jóvenes hoy en día. Por lo que remarco que eso es un gran error, debido a que la vida profesional es un escenario totalmente distinto al de la universidad, por lo que el éxito alcanzado en la formación académica, no garantizara en absoluto el éxito en el mundo laboral.

Si uno quiere alcanzar algo que realmente valga la pena, tenemos que trazar, marcar, imaginar un plan de vida regular de los pasos a seguir para poder obtener tal fin identificado, pero teniendo en cuenta todas  las diferentes circunstancias o problemáticas que nos rodean y que se nos pueden presentar o lo largo de ello. En nuestra sociedad actual la educación la tomamos como la  de saberes que conocemos pero no tenemos en cuenta la educación de nuestra propia persona, es decir, la educación de nuestras experiencias. Nuestra personalidad y cultura se deben educar con el fin de alcanzar todos los objetivos planteados, por medio de una manera metódica o planteada, como lo es un plan de vida. Un plan de vida debe tener una idea más concreta, organizada de lo que se quiere hacer. Para tener claro lo que se quiere hacer en vida y planear el futuro. Esto requiere de constancia y dedicación. Como decía  Benjamín Franklin “Que distinguía entre lo justo e injusto y creía que sería fácil omitir lo uno de lo otro, pero mientras estaba dirigiendo su atención a una falta, le sorprendía la otra y la costumbre lo hacía caer, por lo que hay que esforzarse para cumplir las metas propuestas” Él hace mucha referencia a que siempre hay que observar todo y nunca estancarse o enfocarse a un solo obstáculo o problema sino siempre visualizar todo de tal manera que nada nos llegue de sorpresa. Un plan de vida aunque no esté muy claro y bien definido, pueden crearlo la mayoría de individuos sobre todo  durante la época de la pubertad, ya que esta es la etapa en la que aún están un poco confundidos, pero es bueno crearlo para de tal manera enseñarse a enfocarse hacia algo y aprender a lograrlo.

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