Ensayo - Pedro José Gallardo Flores.

Nuestros sentidos trabajan constantemente, captando información de lo que nos rodea para llevarla a nuestro pensamiento. Este proceso es el acto fundamental del conocimiento. Para entender mejor el estudio del conocimiento, existe una rama de la filosofía llamada epistemología; la epistemología estudia los fundamentos y métodos del conocimiento. El objeto central de estudio de la epistemología es la relación sujeto – objeto.

Cuando se habla de la relación sujeto – objeto se entiende que el sujeto es toda la naturaleza del ser humano; el conjunto de sentidos y facultades que lo caracterizan. El sujeto entonces es el elemento que conoce; entendiendo esto se llega a concluir que el objeto es el elemento a conocer, lo que está en frente al ser humano y que puede ser conocido. Por lo tanto, la relación del objeto y del sujeto se establece a partir​ del acto cognoscitivo, es decir, del acto de conocer.

Existen varias posturas con respecto a la realidad y a la posibilidad de conocer, cuando en una postura prevalecen los argumentos de razón, es decir, que se fundamenta en el pensamiento lógico y disminuye el la importancia de las apreciaciones sensibles, se dice que es dogmática.

El dogmatismo se basa en lo establecido, no admite juicio. En contraste con el dogmatismo el escepticismo dice que no hay verdad ni certeza pero si la probabilidad; para Denis Diderot, “el escepticismo es el primer paso en el camino de la filosofía”, un escéptico, entonces, es aquel que cuestiona la verdad de las cosas y se mantiene en reflexión. Una postura radical es el relativismo, esta defiende que cada individuo percibe las cosas con criterios diferentes y que no es posible llegar a un acuerdo, tal como lo dijo Protágoras; la realidad no es la misma para todos, esta es la postura fundamental del relativismo.

Estas tres posturas, el dogmatismo, el escepticismo y el relativismo consideran al objeto y al sujeto como elementos fundamentales del conocimiento. El relativismo y el escepticismo se oponen a las posturas dogmáticas, con el fin de llegar al análisis de la razón de las verdades que se dan por establecidas en el dogmatismo.

La relación sujeto – objeto con las tres posturas de pensamiento establece el vínculo entre el individuo y la realidad; en el dogmatismo es notable la superioridad del sujeto sobre el objeto, ya que el sujeto es quien determina lo que es real o válido. Por el lado del escepticismo la relación del objeto y el sujeto presentan una  incompatibilidad por qué la realidad no puede ser cambiada ni alterada, pero el ser humano se encuentra en constante duda y reflexión sobre la veracidad de lo que puede conocer de la misma. Finalmente la postura relativista coloca a la realidad como un objeto de estudio inentendible, puesto que no posee un conjunto de características que la definan, estas características serán dadas por el sujeto que la percibe.

Para que​ el proceso de conocer sea posible y efectivo, es necesario que se conjunten dos acciones propias del intelecto: la razón y la experiencia. La palabra razón proviene del latín “ratito” (acción y efecto de pensar). Se puede definir como la facultad de pensar, reflexionar e inferir. El termino “experiencia” proviene, también del latín “experiri” (comprobar), podemos definirla como el conocimiento de algo que se ha realizado, vivido, sentido o sufrido una o más veces; en pocas palabras la experiencia es el conjunto de conocimientos que se adquieren en la vida o en un periodo determinado de está. El conocimiento resultante de la experimentación tendrá lugar luego de la misma.

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