Ensayo sobre: Gilles Lipovetsky “La felicidad paradójica”

Ensayo sobre: Gilles Lipovetsky “La felicidad paradójica”

Reflexión sobre nuestro devenir

Si bien es cierto que en pleno siglo XXI, vivimos en una sociedad sin límites de consumo y que cada vez más nos sumergimos en lo que parece ser un contexto en el que nuestra felicidad está dada en función de nuestro nivel de ingreso, también es cierto que hemos cambiado la orientación de la comercialización hoy en día. Ya que por una parte, el nivel de influencia que los medios de comunicación y cultura occidental han ejercido a través de los años a nivel mundial sobre el estilo de vida que debemos elegir, las tendencias en moda que debemos adoptar e incluso los temas de opinión por los cuales nos deberíamos interesar, nos incita a ver la vida con un objetivo final de encontrar placer en todo lo que hacemos, es decir, actuar con hedonismo el cual está íntimamente relacionado con un nuevo término acuñado como ‹‹Sociedad de hiperconsumo›› y del cual obtuvimos como resultado la adopción de una actitud donde solo nos preocupamos por el ‹‹Yo Independiente››, el cual y de acuerdo con Hogg, M y Vaughan, G (2010) se define como:

Una entidad autónoma con límites claros entre el yo y los otros. Los atributos internos, como los pensamientos, los sentimientos y las capacidades, son estables y en gran parte no están afectados por el contexto social. El comportamiento del yo independiente está gobernado y constituido primariamente de acuerdo con las características internas y disposiciones propias. (p.613)

Este comportamiento aunado a los nuevos objetos de consumo-comunicación (computadora, tv, internet, móvil) abren nuevos espacios de independencia personal lo que permite al individuo ampliar su capacidad organizadora. En otras palabras, hoy en día el hiperconsumidor es altamente competitivo, individualista con un enfoque interno dirigido hacia sí mismo. Lo que ha tenido como consecuencia el cambio y orientación de los productos y servicios, ahora se busca diferenciarse de los grupos, además de parecerse menos a los otros, lo que antes era una orientación hacia la oferta ahora lo es hacia la demanda así como crear un ideal de vida agradable, estético, acogedor y personalizado para entrar en un modelo de vida ‹‹moda››, por ejemplo, hoy en día la juventud busca tomar decisiones que lo diferencien del mundo de sus padres, afirman preferencias y gustos que les definen.

Por ello surge esa identificación con las marcas, ya que nos brindan ese sentido de pertenencia, aunque sea más por estatus que por la calidad de los productos. Tal pareciera que vivimos en lo que se denominaría como la civilización del deseo, donde vivir mejor se ha convertido en el objetivo supremos de las sociedades democráticas, en la cual se ha puesto en marcha una nueva fase de capitalismo de consumo, ya que ahora no solo importa la variedad de los servicios o productos, sino su innovación y su renovación constante, a tal grado de incluso cambiar los criterios de competitividad de las empresas.

...