Keiko

Aquí estoy a punto de traspasar la línea que separa el sueño y la realidad, la angustia y la paz, la desesperación y la tranquilidad…. Estoy inundado en un mar de sufrimiento, tratando de acabar con esta angustia, que empezó en el momento menos esperado, no puedo creer que todo haya cambiado tan bruscamente.

Aún recuerdo los momentos felices que pasaba en familia, los ricos y prolongados almuerzos que preparaba mama los domingos, las tardes divertidas que pasaba con mi hermano frente al televisor viendo los programas de competencia, previamente claro, de haber hecho la tarea…. ERAMOS UNA FAMILIA FELIZ.

¡MADRE, PADRE!, gritaba Carlos, mientras corría dirigiéndose al dormitorio donde descansaban plácidamente sus padres, quienes reaccionaron asustados frente al alboroto que hacia su hijo. Ellos no entendían porque Carlos se había levantado tan temprano hoy, si era domingo.

¡Mamita, papito! Ricardo se está ahogando… Ricardo se muere, dijo con angustia, ayúdenlo. Los padres alarmados salieron corriendo hacia el cuarto de su hijo, quien otra vez estaba sufriendo de un ataque de asma. Ricardo era el hijo mayor de los Gomes, quien estaba cursando el quinto grado de secundaria, desde muy chico había sufrido constantes ataques de asma, pero últimamente esos ataques se estaban haciendo más frecuentes y más intensos.

Mientras iban desayunando, conversaban sobre las aspiraciones de cada uno de los hijos, yo deseo estudiar biología- dijo Ricardo, quien en pocos meses terminaría la secundaria, y tú que de serias estudiar- dijo Roberto, el padre de los chicos, dirigiéndose a Carlos, el más menor de los hijos y quien el próximo año entraría a la secundaria. Yo quiero ser doctor y así curar a mi hermanito-dijo con una gran sonrisa, todos lo miraron con asombro, siguieron conversando y extendiendo más el tema.

Fue una noche de diciembre cuando RICARDO empeoro, casa mama y papa habían salido a un compromiso y yo me quede mirando televisión con CARLOS, estaba en la cocina cuando todo empezó, CARLOS se puso a toser nuevamente, como ya había visto a mis padres, le di su inhalador, pero supongo que no le funciono, porque seguía tosiendo con más rapidez y con más fuerza, aún recuerdo sus ojos mirándome y yo parado ahí sin saber que hacer… parece que me desmaye, porque recuerdo que desperté en mi cama echado, viendo caras tristes y ojos llorosos. Varios días después recién pude asimilar que Ricardo murió de un ataque de asma y que el inhalador estaba vacío.

Desde ese día todo en mi vida cambio, mama y papa ya no reían más, todo el día andaban tristes y deprimidos, parecía que no se encontraban en ese lugar, por mi parte nunca me pude perdonar no haber podido hacer nada por mi hermano, aunque muchas personas me dijeran que no es mi culpa, probablemente si yo hubiera conocido más sobre esa enfermedad, mi hermano aun seguiría con vida, es así que me comprometí conmigo mismo a poner mucho empeño a las clases, y así ser el mejor doctor del mundo, para curar enfermedades y que nadie más muera.

El día que papa nos dio la noticia, yo salía muy contento del colegio, pues había sacado 20 en matemática, y era el mejor alumno de todo el salón, después de todo la secundaria no me pareció muy difícil. Cuando llegue a casa, encontré a papa y a mama sentados en la sala, tenian una cara llorosa y de preocupación, les pregunte que pasaba y me empezaron a explicar de crisis económicas, de mis estudios, y por ultimo me dijeron que papa viajaría al extranjero a trabajar, ya que ahí había más ingresos y más oportunidades. Mama se quedaría conmigo, nunca entendí su decisión, ya que siempre me hablaba de unión y que nunca me iba a dejar. Quizás ahí entendí que el mundo no era como parece.

Perder a mi hermano, vivir solo con mi mama y hablar por teléfono una vez al mes con papa, me hizo cambiar.

...