LA INOCENCIA DE LOS NIÑOS ABREN SUS MENTES, DERRUMBA SUS MIEDOS Y ABREN SUS PUERTAS PARA INTRODUSIRCE DENTRO DEL MUNDO DE LA FILOSOFÍA

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LA INOCENCIA DE LOS NIÑOS ABREN SUS MENTES, DERRUMBA SUS MIEDOS Y ABREN SUS PUERTAS PARA INTRODUSIRCE DENTRO DEL MUNDO DE LA FILOSOFÍA.

   “Para investigar la verdad es preciso dudar en cuanto sea posible, de todas las cosas, una vez en la vida.

    Puesto que hemos sidos niños antes de ser hombres, y hemos juzgados unas veces bien y otras mal las cosas presentadas a nuestros sentidos cuando no teníamos todavía el completo uso de la razón, muchos juicios precipitados nos impiden llegar al conocimiento de la verdad y nos previenen de tal suerte que no parece que podamos librarnos de ellos si no nos decidimos a dudar, una vez en nuestra vida, de todas las cosas en  que encontremos la mas minima sospecha de incertidumbre” (Descartes).

   Un día los niños se incorporan a la escuela donde pasaran mucho tiempo se su día y de su vida, lo que debe responder a sus necesidades, desarrollando su creatividad.

   S. Rodríguez escribe que los niños y las niñas pueden esperarse todo lo nuevo, por eso considera la primera escuela, la educación de la primera infancia, la más importante de todas.

Allí es preciso  que aprendan a pensar sintiéndose pues ellos son de por si pensantes, reflexivos, habladores, persuasivos, convincentes. Dicen la verdad como los locos.

   Los niños son artistas natos ya que ellos están filosofando de una forma constante desarrollando habilidades cognitivas, les permite pensar, actuar, razonar, expresarse libremente. Para transmitir la filosofía, tenemos que volver a ser niños para poder sentir el placer de descubrir nuevamente el mundo.

   “Jugar a pensar, es algo que tiene que ver con el placer, con la curiosidad, con la invención, con la infancia de los niños, y con la que guardamos en nosotros mismos, con el nacimiento siempre renovado de nuestro propio pensar “(ULA un dialogo entre grandes y chicos Sergio A. Sardi).

    Los niños tienen la capacidad de hacerse preguntas, de cuestionar la realidad, el mundo, la sociedad en q vivimos, así como los valores. Desde los primeros momentos en que los niños se preguntan el ¿Por qué? de las cosas, desde pequeños empiezan a ser en cierto modo filósofos, ellos mismos deben encontrar sus propias respuestas a las preguntas que se hacen, al ser niños presentan interés, emociones, pensamientos críticos, valores, creatividad hacia las cosas.

    Los niños viven en su mundo, y viven en un mundo aprendiendo desde que nacen, disfrutando de lo nuevo que van a encontrar. Así van incorporando mundos de distintas visiones, aprenden sus ritmos e intereses y nuevos saberes en las relaciones sociales que van generando.

    Desde la filosofía hay que fomentar la curiosidad por todo lo que le rodea y no dar nada por sentado, seguir motivando su cadena de preguntas, ¿Por qué?, ¿para qué?, ¿Cómo?, ¿Cuándo?, ¿Dónde?. En esta etapa determinada de los niños es donde se convierten en verdaderos filósofos, hay que buscar la manera de que no lo pierdan para poder ser el día de mañana hombres y mujeres autocríticos.

    Todos los niños deben tener los mismos derechos sin distinción del sexo, religión o condición social, deben disponer de todos los medios necesarios para crecer física, mental, espiritualmente, en condición de libertad y dignidad.

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