La Ilustración de Kant. La ilustración demuestra que la incapacidad más dañina del hombre se encuentra en la decisión, la pereza y la cobardía
Enviado por Mariana Amaya Duncan • 16 de Julio de 2017 • Ensayo • 1.098 Palabras (5 Páginas) • 324 Visitas
La Ilustración de Kant
La ilustración demuestra que la incapacidad más dañina del hombre se encuentra en la decisión, la pereza y la cobardía; esos tres aspectos le confieren más peso al paso de la minoría de edad a la mayoría de edad. Esta decisión para que empiece a tener una estructura debe estar basada en la razón; aunque estas decisiones nos lleven al fracaso, el simple hecho de haber razonado y salir de esa adhesión de la minoría de edad hace que sea más fácil superar la incapacidad por cuenta propia. Es por esto, que una de las formas más eficaces de promover la ilustración en nuestras vidas es siendo libres.
Así, de esta forma las personas usan la palabra “ilústrate” para referirse al proceso de una persona de concientizarse acerca de lo que ésta hace. Y también para saber cómo estas decisiones nos afectan en nuestra vida y cómo afectan la de los demás. Por eso, en las decisiones de nuestra vida como el qué carrera estudiar, de quién ser amigo o en quién confiar resulta beneficioso el sólo hecho de planteártelas, pero más importante es dar el primer paso y comenzar el camino de la decisión.
Me gusta pensar que vivimos en una época basada en ilustración ya que eso implica que aún nos falta experiencia; pero también nos muestra que tenemos distancias recorridas, asumidas y culminadas. Entiendo que estamos en pleno proceso de aprender a vivir. Cada vez más cerca de alcanzar una época Ilustrada, aunque esta idea por algunos momentos me luce como una fantasía.
Con el proceso de ilustración nos damos cuenta con que existe una controversia con la libertad de la razón pública y privada, porque el hacer pública nuestra razón puede a veces hacer que sea obstruida por la conformidad que exigen determinadas situaciones; es decir, aquello que debe ser automatizado que se convierte en una orden, por lo que no puede ser refutado sino obedecido. Pero, aunque algunas de las situaciones estén limitando nuestra libertad, esta misma libertad nos permite junto con el conocimiento expresar nuestras ideas al respecto de un tema.
Es por esto que resulta tan molesto que en ciertos contextos, estemos en una actitud repelente frente a un tema sin antes ilustrarnos. También cuando refutamos cosas sin sentido a nivel público con el objetivo de romper el esquema expuesto sin propósito verdadero alguno. También es cierto, de que aquellas instituciones públicas como por ejemplo la Iglesia deben comunicar las propuestas que cierta religión propone.
Este proceso de ilustración tiene que ver con la lucha planeada a la pereza y la cobardía del hombre. Dicho de otra manera: a medida que nos dé pereza pensar por nosotros mismos, otros lo harán por nosotros. Por consiguiente otros tomarán decisiones por nosotros, serán esos tutores quienes injustamente manejen las riendas de nuestras vidas como si fuéramos marionetas. Se presenta una clara dominación. Una dominación ideológica que nos convierte en una de las tantas ovejas de un gran rebaño. Nos enloquece. Se nos imponen condiciones. Nos aseguran que cortar esas cadenas es peligroso y arriesgado. De hecho, según Kant, nunca se le permitió intentar alguna aventura.
¿El uso de la razón debe usarse de manera pública o privada? La verdadera respuesta esta pregunta es que debe haber un complemento de ambas, ya que resulta que si alguien tiene en su cargo unos criterios por exponer, debe obedecer la orden asignada por parte su superior, pero también por naturaleza humana tiene la libertad infinita para recurrir a la razón. Lo que no puede encajar en el proceso de ilustración es que una generación llegue al tope de ésta y deje a las siguientes generaciones sin poder crecer como personas, ya que así estaría deshaciendo la naturaleza humana.
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