La caída De Ícaro

NARRADOR: Un día ocurre una gran catástrofe en Atenas

´música de catástrofe´

NARRADOR: Dédalo asesina a su sobrino a causa de la envidia.

 Dédalo huye de Atenas y va a la isla de creta en busca de ayuda.

REY: ¿Qué has venido a buscar gran asesino?

DEDALO: Eh venido a buscar ayuda

REY: Acaso que podría ofrecer un ser que se deja llevar por sus impulsos y deseos.

¿Acaso no eres más que un desertor?

DEDALO: Tengo grandiosas habilidades, en especial soy artesano.

 REY: Demuéstrame tus habilidades llevando a cabo la construcción del laberinto.

 NARRADOR: Dédalo fue aceptado a bases de sus habilidades.

Dédalo demostró aquellas habilidades en la construcción de un laberinto, en el cual encerraron el gran minotauro.

DEDALO: ´´Pone al minotauro en el laberinto´´.

ESCLAVA: ´´Grita´´ ¡Ayudaaa! ¡Ayudaaa! ´´Corre´´

´´Se estrella´´

DEDALO: ¿Qué ocurre, porque corres?

ESCLAVA: Tengo miedo

(Melodía triste)

ESCLAVA: No quiero morir a manos del minotauro, pero no puedo escapar de aquí el rey me ha sentado una condena

DEDALO: Yo te protegeré, vamos te ayudare a salir de aquí.

ESCLAVA: ¿Cómo me ayudaras? Es imposible quitarme estas cadenas

DEDALO: ´´Rompe las cadenas´´

NARRADOR: A partir del encuentro entre la esclava egipcia y dédalo se enamoran.

Fruto de ese amor nace su hija Ícaro

Dédalo es llevado ante el rey por haber incumplido la ley.

REY: La existencia del minotauro debe ser ocultada no solo para la isla de creta sino para todo el mundo.

REY: ´´Grita no puedo confiar en que no dirán nada son una amenaza´´

NARRADOR: Cuando dédalo y su hijo llevaban mucho tiempo encerrados sintieron mucho desconsuelo

ICARO: ¿Padre porque debemos estar encerrados aquí?

¿No hemos hecho nada malo, cierto?

DEDALO: Hijo mío me duele verte triste, no mereces estar aquí y lo sabes.

ICARO: Padre llevamos mucho tiempo acá quiero escapar.  

NARRADOR: Dédalo como todo buen padre quiere cumplir los tan anhelados deseos de su hijo.

Empezó a crear unas alas para su escape, esto tomo un tiempo pero se logró.

ICARO: Padre ya es hora, por fin seremos libres, estoy seguro de que tu invento funcionara.

DEDALO: Hijo siempre recuerda no volar tan cerca del sol, pues la seda se derretirá, tampoco tan cerca del agua pues te mataran.

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