La democracia tuvo su más alto punto con los griegos, cuando el pueblo verdaderamente contaba con el poder de decidir lo que quería y hacia dónde iba.

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMETAL POLITÉCNICA

“ANTONIO JOSÉ DE SUCRE”

VICE-RECTORADO BARQUISIMETO

DEPARTAMENTO DE ESTUDIOS GENERALES Y BÁSICOS

DEMOCRACIA

Alumno: Ángelo Suárez

Sección: 08

C.I 26187476

N° de expediente: 20152-0007

Asignatura: Lenguaje y redacción

Profesor: José Gregorio Carruyo

Barquisimeto, mayo del 2016.

La democracia tuvo su más alto punto con los griegos, cuando el pueblo verdaderamente contaba con el poder de decidir lo que quería y hacia dónde iba. No obstante, esta democracia es parcializada, solo los hombres con dos años de servicio militar podían acceder y tener su voto en esta democracia, ya que las mujeres tendrían que haber tenido su participación como todo ciudadano. Esto no ocurría, para tener una democracia pura, plenamente ejercida, como primer elemento esencial todo ciudadano acto debe ejercer este poder, sin ninguna restricción por su color de piel, pensamientos, género o preferencias sexuales.

A partir del siglo XVIII es el inicio de lo que se diría la democracia moderna con lo que fue el estado polaco-lituana, se torna más fuerte en el siglo XIX con la series de revoluciones que se suscitaron en el mundo. Para el siglo XX renace más fuerte que nunca, como el medio más equilibrado para que la sociedad humana conviva de la manera más civilizada. Pero para la desdichas de los pueblos la democracia ha sido ultrajada, mal interpretada, usada para beneficios propios. La democracia ha sido el medio por el cual los políticos se han valido para llegar al poder en el ultimo siglo. Llegan al poder por el interés de los muchos pero presidiendo un único interés: el de sí mismo.

Cuando un gobernante preside su interés la democracia no avanza, se queda estancada, es necesario y más que necesario, vital que nuestros gobernantes presidan los intereses en común del pueblo. Esto contribuye al caminar de la democracia y a que el pueblo crezca en todos los ámbitos, ya que la democracia toca los lugares menos pensados. Son estos mismo, las microsdemocracias que definen un pueblo, entre más haya mayor es la conciencia que reside en el mismo y la democracia por ende, es más fuerte.

Aunque para algunos quizás la democracia sea una utopía, pero ojala la viéramos como un caminar que diría Eduardo Galeano alguna vez en una entrevista, «la utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para que sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar». Una utopía es imposible para un pueblo, pero nos hace caminar y llegar con el transcurrir de ese proceso a una mejor sociedad.

El grave problema de la Venezuela es que desde su comienzo como país independiente y soberano hemos tenido gobernantes que solo respondieron a sus intereses, a las necesidades de sus bolsillos, de algunas elites, pero nunca respondieron a las necesidades del pueblo. La democracia en Venezuela fue y sigue siendo un sueño que aún no se alcanza, mientras no nos pongamos de acuerdo de un camino en común por el que luchemos todos nunca seremos un país democrático y mucho menos uno en el cual seamos una potencia, y más que eso, alcancemos un nivel cultural y de conciencia que anhela a gritos la sociedad.

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