La felicidad y la educación

Es posible alcanzar la felicidad del hombre a través de la educación en armonía con la justicia en México.

EL tema de ofrecer los medios para construir un México próspero y justo, a propiciado que se planten y retomen los principios básicos que plantea la constitución en el Artículo 3º de la constitución.

El sistema educativo debe desarrollar armónicamente, todas las facultades del ser humano y fomentará en él, a la vez, el amor a la Patria, el respeto a los derechos humanos y la conciencia de la solidaridad internacional, en la independencia y en la justicia. (SEP, 2016, p.1)

Es decir la educación en México pretende contribuir al desarrollo integral del mexicano en diferentes dimensiones que le permitan contribuir al conocimiento y al correcto ejercicio de sus derechos, que le permitan alcanzar una plenitud en sus desarrollo profesional, personal y social integración plena en el contexto social donde se desenvuelve (SEP, 2016).

A partir de lo anterior es necesario cuestionarse si la educación ayuda a lograr la plenitud del hombre este alcanzara la felicidad. García (2012) señala que la felicidad debe ser. “Entendida como el desarrollo pleno y armónico de sus diversas dimensiones humanas” (p.1).

Aristóteles (como se citó en García, 2012) señala que todo los seres tienen un fin el cual va en caminado a la satisfacción deseada es decir alcanzar la felicidad. Para lograr este fin debemos reconocer que los hombres no fuimos concebidos de manera libre y perfecta para alcanzar la felicidad es aquí donde la educación interviene para cubrir las carencias del hombre que le impiden alcanzar la plenitud del ser.

Braido (como se citó en García, 2012) la perfección y plenitud del hombre radica en desarrollar su inteligencia la cual se alcanza cuando se actúa con virtud. Para Aristóteles la virtud significa fomentar su capacidad racional.

La educación en México pretende que todos los niños y jóvenes (SEP, 1012) “reciban los aprendizajes y conocimientos significativos, relevantes y útiles para su vida” (p. 2). Lo anterior va encaminado a que los niños y jóvenes de México alcancen su Felicidad a través de la educación la cual deberá ser gratuita y laica, sin olvidar la calidad y ser incluyente.

En este sentido debemos pensar que la educación pretende la felicidad en función de la justicia. El Catecismo de la iglesia católica (como se citó en García 2012) menciona que la justicia es la constante y firme voluntad de otorgar al prójimo lo que es debido. Esto nos lleva a retomar lo que menciona la SEP.

Nos enfrentamos a la necesidad de construir un México más libre, justo y próspero, que forma parte de un mundo cada vez más interconectado, complejo y desafante. En ese contexto, la Reforma Educativa nos da la oportunidad

...