La magnificencia de lo ridiculo

LA MAGNIFICENCIA DE LO RIDICULO
(Piano de cola - Tatiana Guardiola Sarmiento)
(el vendedildos – averiguar nombre autor)

Para contar una buena historia no hace falta recurrir a la fantasía, solo es necesario darle una chispa esplendida a la realidad, esto puede ser alcanzado de muchas maneras, una de ellas, como en este caso, es estirar, deformar, complicar, o mejor dicho exagerar un acontecimiento real a tal punto de convertirse en una narrativa ridícula, pero perfecta.

Dos tramas, dos historias tangibles, dos acontecimientos que entrelazan sentimientos benignos en nuestro pensamiento con su cruel, realista y detalladamente especifica forma de narrativa, y es aquí donde hay que hacer hincapié, donde hay que exclamar asombro por la habilidad de los autores de exponer hechos que, siendo tan absurdos, puedan ser tan sensatos.

Empecemos por el primero, “piano de cola” una historia de amor y obsesión, pero no entre dos personas, sino entre un hombre anciano pensionado, absorbido económicamente por la familia de su mujer y su dedo índice, supremo secuas, fiel testigo y acompañante de sus innumerables aventuras atípicas a lo largo de su vida.

Todo el cuento es una memoria del ya muerto anciano relatando como sucumbió dos veces, de cómo su esposa le arrebato lo que más amaba para su beneficio monetario, su magullado dedo que ahora yace húmedo y fresco en el piano, y de cómo la codicia, que es la esencia del cuento mismo, llevo a tal situación.

El segundo cuento es un poco más tranquilo, más llevadero, más ambientado en nuestra sociedad moderna, lo que hace tomarlo inconscientemente como una historia común y con más probabilidades de suceder fuera de las paginas, aunque sigue siendo bastante inusual.

Trata de un hombre con carisma y buen porte que resaltaba en las calles, no por su elegancia, sino por su efectivo método lucrativo, una gran caja de dildos de todos los colores y tamaños que vendía hasta agotar el inventario en los transportes públicos de la ciudad, y de cómo el banal deseo es más apreciado que las ganas de vivir de un joven que se ganaba la comida vendiendo los poemas que sacaba del corazón.

Aquí predomina el odio, el asco y la irreverencia de un grupo de personas que imponen sus gustos e intereses sobre los demás, especialmente sobre los baratos panfletos de él joven ahora asesinado, un muchacho que plasmaba con suaves versos los mosaicos femeninos nocturnos que presenciaba perplejo en la penumbra, bajo el reflejo tenue e incoloro de la gran estrella roja.

Estos dos cuentos comparten un desenlace metódico, dramático, que aporta el sagaz giro que resucita nuestro interés inicial y que, para estos casos, son útiles para culminar en nosotros una mejor identificación personal, la muerte del protagonista.

Luis Felipe Cáceres Leal
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